Que un adolescente tenga dudas acerca de su orientación sexual no es extraño. Y no se trata de que sean varones que se vistan con accesorios femeninos o al revés, sino que de chicos y chicas que en plena etapa de definiciones se sienten atraídos por personas de su propio sexo.
Estudios realizados en Estados Unidos encontraron una cifra de 10,7% de jóvenes inseguros acerca de este tema, aunque sólo el 1% de ellos, al finalizar la adolescencia, se define como homosexual. Dudas que estos jóvenes se están atreviendo a conversar más, dada la apertura que la sociedad comienza recién a demostrar frente a temas relacionados con la sexualidad.
"Es un interés que debe ser correctamente captado por los profesionales de la salud, para que estos chicos se atrevan a conversarlo más y puedan ser bien orientados", explica la matrona María Isabel González, académica de la U. de Chile y especialista del centro de atención a adolescentes Ser Joven y de la Clínica Las Condes.
Para eso, ella expondrá sobre el tema en la XII Jornada Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, organizada por el Instituto Chileno de Medicina Reproductiva (Icmer), que se efectuará entre hoy y mañana en Santiago.
Bullying y drogas
La mayoría de los adolescentes que tiene dudas acerca de su orientación sexual las vive en secreto, "y ése es uno de los problemas, porque se produce un gran aislamiento. Ellos se sienten desleales con el grupo, en una etapa en que los pares son súper importantes".
Y si rara vez les cuentan a los amigos, menos aún se lo dicen a sus papás. "Es bien frecuente que los padres desconozcan la situación de sus hijos, ya sea porque no están involucrados con ellos, o el adolescente oculta en su casa ese tipo de inquietudes, o bien porque estos papás no quieren ver lo que pasa", complementa la doctora Pamela Oyarzún, presidenta de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología Infantil y especialista de la Unidad de Adolescencia de la Clínica Alemana.
Abrir los ojos es clave, porque los adolescentes viven esta confusión con temor y angustia. Y eso sin contar las dificultades que enfrentan: "Son frecuentemente víctimas de bullying en el colegio, tienen mal rendimiento o ausentismo escolar, tienen más riesgo de consumo de alcohol o drogas, que está muy relacionado con el manejo de la ansiedad, y lo que es más grave, tienen dos a tres veces más intentos o ideación suicida que los otros adolescentes", advierte María Isabel González.
Lo más probable, dice la doctora Oyarzún, es que el adolescente con dudas sobre su sexualidad haya mostrado de diversas formas su confusión: llevando sólo amigos del mismo sexo a la casa, no hablando de amistades del otro sexo y experimentando los problemas ya enumerados.
Por eso, estar atento a sus conductas dará pie a los padres a buscar la mejor forma de ayudarlo. Lo ideal, dicen las especialistas, es tener una comunicación fluida con los hijos, porque eso les dará la suficiente confianza como para plantear sus dudas dentro del seno familiar.
Pero como eso no es lo más frecuente, existe la posibilidad de proponerle al joven ir donde un adolescentólogo para hacer un control.
"El especialista, a través de una consulta privada, será capaz de abrir la conversación con el adolescente y tratar el tema que le preocupa. Le podrá proponer conversarlo con los padres y con un especialista en salud mental, para que lo ayuden a determinar su real orientación sexual", explica la doctora Oyarzún.
Los padres también pueden buscar ayuda profesional, para saber cómo acompañar a sus hijos. Probablemente, tendrán que hacer un gran esfuerzo para entender lo que pasa por "la cabeza" de su adolescente y apoyarlo. "Pero es fundamental que los padres le muestren a su hijo que nunca lo dejarán de querer, sin importar su definición final", dice María Isabel González.
Ese acompañamiento, agrega la especialista, disminuirá la angustia, el riesgo de suicidio y de uso de drogas. "Porque para cualquier adolescente tener un adulto en quien confiar y cercano, es un tremendo factor protector".
Y, agrega la doctora Oyarzún, los padres deben hacerlo sin temer que ese apoyo se transforme en una especie de carta blanca. "La orientación sexual no se define por eso, no tiene que ver con darle o no permiso. Es parte de la persona y no es controlable. Lo que se controla es la conducta".
Evolución
El científico social Richard Troiden propuso un modelo en cuatro etapas para explicar cómo evoluciona la identidad homosexual:
Sensibilización
Ocurre en la niñez y preadolescencia. Se da una percepción de ser diferente a los pares del mismo sexo, por lo que se experimentan sentimientos de marginalidad.
Confusión de identidad
Se vive en la adolescencia inicial y media. Se siente atracción hacia personas del mismo sexo. Se da un "limbo de identidad" en que no se percibe a sí mismo como homosexual, pero tampoco se tiene la certeza de ser heterosexual. Hay potenciales dificultades en el desarrollo de habilidades sociales.
Asumir la identidad
Los hombres lo viven entre los 19 y 21 años, las mujeres entre los 21 y 22. Se da una exploración del ambiente homosexual, que proporciona modelos para aprender estrategias que permitan manejar el estigma y neutralizar las culpas. Se vive una identidad heterosexual en público y homosexual en privado.
Integración y compromiso
Entre los 21 a 24 años, en el caso de los hombres, y los 22 y 23, en el de las mujeres, se logra reconocer la identidad homosexual en forma honesta y abierta. Ya no disimula, sino que se protege e intenta pasar inadvertido. Integra la homosexualidad como una forma de ser.
