Eddie (Ben Stiller) representa el típico caso del cuarentón y solterón empedernido que le hace el quite al compromiso a como dé lugar. Un perfil muy definido y reconocible del hombre-niño inestable que deja pasar cualquier oportunidad de vínculo más serio por inmadurez, miedos e indecisiones varias.
Cuando empieza a notar que sus ex novias y amigos cercanos están casados y tienen otra vida, recién comienza a sentirse apartado y toma en serio la presión social de que ya es hora de asentar cabeza.
Justo, como obra del destino, aparece Lila (Michelle Monaghan), una bellísima mujer que pareciera ser la perfecta, la indicada. Aún así Eddie se pone quisquilloso y le molesta alguno que otro detalle de la personalidad de ella, pero nada tan grave que opaque su belleza, simpatía, dulzura y la creciente desesperación de Eddie por quedarse solo por el resto de su vida.
Es por eso que, debido a un inesperado evento y a la aguda presión de su padre y mejor amigo, precipitadamente decide pedirle matrimonio, siendo que poco y nada la conocía.
Esta impulsiva forma de actuar finalmente le trae una serie de inconvenientes ya que tan pronto se embarcan rumbo a su luna de miel Eddie comienza a percatarse que su linda y flamante esposa no es tan dulce como parecía y comienza una frenética y agraz estadía en un paradisíaco paraje en México.
Todo empeora cuando a los dos días conoce a otra chica que tiene todas las cualidades que siempre buscó en una mujer, algo así como su media naranja.
Por lo tanto, tiene que ingeniárselas para deshacerse de, la ahora insufrible, Lila.
“La mujer de mis pesadillas, una comedia que, además de hacer reír, pone en evidencia lo torpe e infantil que puede llegar a ser el actuar de un solterón inmaduro e inestable. A lo mejor, historias como éstas no se dan en la realidad, pero que existen personajes indecisos y poco asertivos como éste no hay duda. Mejor prepararse ante su eventual arribo.
Si quieres más detalles de esta película visita su
sitio web.
