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“Somos aval de ellos para siempre”

05 de Marzo de 2008 | 10:58 |
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Hace más de 16 años, un grupo de reclusos se acercó al capellán de Gendarmería, padre Nicolás Vial, y le planteó la angustia que sentían por el hecho de que sus hijos quedarían a la deriva. Así un grupo de personas ligadas a la Iglesia comenzó a idear un proyecto de apoyo a esos niños que se plasmó en 1991 con la creación de la Fundación.

Hoy, Paternitas trabaja en dos líneas, las áreas de prevención y socialización, que comprenden el apoyo social y psicológico de los jóvenes y el núcleo familiar, incluido los padres presos.

La casa de acogida Santa Rosa de la Esperanza, ubicada en Puente Alto, alberga 42 niños de 2 hasta 14 años en régimen de internado de lunes a viernes y reciben atención integral. A esto se suma el Centro Infanto Juvenil Nuestra Señora del Consuelo, en la misma comuna, que atiende a 70 niños de manera ambulatoria y que recibe, principalmente a niños problemas que no necesariamente tienen a sus padres presos.

“La única condición que ponemos para acogerlos es que tiene que haber un familiar que se haga cargo de ellos, por eso salen los fines de semana”, explica Consuelo Correa.

-Sólo 42 niños internados, ¿debe ser difícil recibir más?
“Es un sistema caro, muy caro, pero muy efectivo. Nosotros privilegiamos en vez de cantidad, calidad. Muchos escépticos consideran que la delincuencia no se puede combatir, y nosotros pensamos lo contrario, pero se necesita un sistema adecuado.
“Nosotros no sólo trabajamos con toda la familia, sino que lo hacemos para siempre. Hay padres que llegan muchos años después a pedirnos ayuda y nosotros somos aval de ellos para siempre”.

-¿Qué criterios usan para recibir a estos niños, porque la demanda debe ser grande?
“Los mandan desde los tribunales de familia; ellos resuelven quienes se encuentran en mayor riesgo social y requieren intervención. Antiguamente, los acogíamos directamente”.

-Están sólo en Santiago, ¿hay demanda desde regiones?
“Sí, pero en este momento sólo podemos estar acá. Trabajamos con las municipalidades y el Sename, como es el caso del centro abierto de Puente Alto y otro en San Miguel; nosotros no podemos hacerlo todo”.

En la línea socialización, Paternitas mantiene un centro terapéutico que atiende a 20 varones egresados del sistema penitenciario que necesitan rehabilitación en drogadicción y alcoholismo y se ubica en El Monte. Además, está el Programa Paternitas Familia que atiende a adultos y adolescentes en conflicto con la justicia y a quienes se busca insertar laboralmente y vincular afectivamente con su familia.

-¿En qué consiste el trabajo de intervención?
“Damos una formación valórica, les damos una educación para la libertad. Tenemos en la sede central un centro neuro psiquiátrico que incluso tiene un scanner especial que hace mapeos cerebrales y permite determinar el daño biológico de los niños, que puede traducirse en conductas disasociadas. Esto nos permite medicarlos, si es necesario, pero además, se les da terapia psicológica con apoyo de la asistente social. Los niños van a colegios de sus comunas según sus capacidades y nosotros oficiamos de apoderados”.

-Ustedes tienen en proyecto la creación de un colegio.
“Nuestro ideal sería haber empezado a funcionar ya con el colegio, pero desgraciadamente no hemos logrado conseguir los recursos. Queremos hacer un internado de lunes a viernes, porque está confirmado que el medio ambiente donde está inserto un niño influye en un 80% en su formación. La idea es que vuelvan a sus casas los fines de semana porque no es cuestión, tampoco, de sacarlos de sus raíces”.

-¿Qué trabajo hacen con los presos?
“Hay que preparar la salida de esta gente, porque cuando egresan se encuentran que son otra persona y tienen otra familia. Hay que preparar a la familia para que lo reciban; hay un apoyo psicosocial y buscamos insertarlos en el mundo laboral, cosa que no ha sido fácil”.

-¿En esa línea apunta el convenio firmado con el ministerio del Interior?
“Exactamente, vamos a trabajar con 200 familias. En los casos más delicados los avalamos, porque el gran problema que tienen es su certificado de antecedentes”.

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