La realidad es simple y difícil de asimilar, pero las mujeres que opten voluntariamente por postergar la maternidad en pos de un desarrollo personal o profesional, enfrentarán dificultades a la hora de querer ser madre y ni la ciencia las podrá ayudar.
Según estadísticas latinoamericanas sobre fertilidad asistida en mujeres menores de 35 años las probabilidades de lograr el embarazo es de un 40%, pero ello cae a un 33% entre los 35 y 39 años y ya a partir de esa edad, la tasa de embarazo alcanza apenas un 19%.
Y a este dato no menor se suma otro que debe ser considerado por aquéllas que vean en la criopreservación de óvulos la solución a su decisión de postergar la maternidad pasado los 30 años. Esta técnica aún no alcanza niveles de efectividad que aseguren embarazos a edad madura: sólo sobrevive un 47% de los óvulos congelados y de ellos un 52% logra ser fecundado. La cifra cae a menos del 50% en cuanto a lograr el embarazo con óvulos criopreservados.
Esa realidad fue expuesta por profesionales de la Clínica Las Condes, uno de los centros más avanzados en el tratamiento de infertilidad de las parejas en el marco del seminario sobre “Mujeres de hoy: ¿sin tiempo para tener hijos?”.
El debate en torno a este delicado tema personal pero que tiene impacto en el desarrollo de la sociedad toda –Chile tiene una tasa de natalidad de 1,9 hijos por mujeres, lo que nos coloca bajo la tasa de recambio- tuvo como marco una encuesta realizada por Adimark en la cual se hace patente que el desarrollo profesional y la salida de la mujer al mundo laboral condicionan la maternidad.
El estudio realizado en el Gran Santiago recoge una clara contradicción en las mujeres por cuanto en un 41% declara que el ser madre es lo que más las realiza, pero se posterga esa decisión en pos de alcanzar el desarrollo profesional o la estabilidad económica. Es más, un 53% considera que ser madre implica postergarse laboral y profesionalmente; un 42,3% cree que le quita tiempo para ella y sólo un 7% asegura que la maternidad no implica ningún sacrificio.
También la realidad se torna tensa para las mujeres en cuanto a sus expectativas porque si bien dicen desear tener 3,2 hijos, han planificado sólo 2,3 y sólo tienen en la actualidad 1,3.
| Diferencias |
Las mujeres que trabajan tienen 1,4 hijos, mientras que las dueñas de casa 2.
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Adimark registró que las mujeres consideran que la edad adecuada para tener hijos es los 27 años, pero la realidad señala que los grupos entre 15 y 25 años siguen siendo los que tienen mayor tasa de natalidad, y además está se presenta fuera del matrimonio. Los grupos que en definitiva retardan la maternidad son la clase media, ya que los estratos altos tienen mejor situación económica.
Otro dato curioso de la encuesta “Las mujeres y la natalidad” indica que un 18,8% de ellas considera que la postergación de la maternidad y tener menos hijos es beneficioso para la sociedad y un 40,8% considera que no influye en nada. Sólo un 40,4% cree que esta decisión es perjudicial. Entre las razones de porque es beneficioso se señalan que la mujer es más madura, logra independencia y una buena situación económica.
En definitiva las mujeres y la sociedad toda no perciben que sea un problema que la población chilena envejezca y es más, tal como lo graficó Rodrigo Castro, director del programa social del Instituto Libertad y Desarrollo, la baja tasa de natalidad ha producido como efecto un incremento en el ingreso per cápita de las personas. Es más una familia de 4 miembros (2 hijos) ve aumentar su ingreso en un 75% contra la situación que enfrenta un grupo de 7 personas (5 hijos).
Castro hizo ver que entre las causas de este fenómeno no sólo está el ingreso de la mujer al mundo laboral y las políticas anticonceptivas, sino que la igualación de roles y el dilema sobre calidad o cantidad en relación al tiempo dedicado a los hijos. El economista apuntó en todo caso a que además del envejecimiento de la población, la baja natalidad –producto de la postergación de la maternidad entre otras- profundiza la presencia de los valores vinculados a la individualidad.
| Más dispuestas |
El 40,7% de las mujeres con hijos está dispuesta a postergar la maternidad, y entre quienes no tienen hijos la cifra sube a 49,6%.
Además, las más inclinadas a tomar esta decisión son las mujeres entre 15 y 29 años que se mueven entre el 58 y 47%, contras las que tienen entre 30 y 45 años que sólo creen en esta opción en un 37%.
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Ya quiero, ¿puedo?
La doctora Adela Camus fue la encargada de develar la realidad de los problemas que enfrentan las mujeres cuando deciden tener hijos a edad tardía.
Hizo presente que si bien se tiene conciencia de que la fertilidad baja a partir de los 35 años, nadie lo asume como una realidad por el hecho de que las mujeres siguen teniendo reglas menstruales normales hasta los 50 años. Sin embargo, a partir de los 35 cae la reserva ovárica de las mujeres (se nace con cerca de 2 millones de óvulos y a esa edad quedan apenas 25 mil) y ésta además es de mala calidad, es decir, presenta anormalidades cromosómicas.
Las cifras son crudas: entre los 30 y 34 años hay una tasa de un 15% de no embarazos, cifra que sube al 29% entre los 40 y 44 años. Además, entre los 30 y 34 años se pierde un 12% de los embarazos en forma natural y una década después esa tasa llega al 34%.
Muchos factores se deben tener presente a la hora de postergar la maternidad, y además de la edad, se debe considerar que fumar, haber tenido un tratamiento de quimioterapia, o haber presentado problemas ováricos anteriores pueden afectar.
Por eso Adela Camus hizo una recomendación directa a las mujeres que están pensando en esta posibilidad. Primero, tratar en lo posible de no tomar esa opción, o sea, no postergar; si finalmente se toma ese camino, hacerse un chequeo ginecológico completo para contabilizar la reserva ovárica (se puede padecer menopausia prematura) y patologías ginecológicas y consultar por ayuda a los 6 meses y no al año cuando se ha intentado quedar embarazada y no se logra.
La doctora Camus también recomendó la criopreservación de óvulos como manera de asegurar una reserva ovárica de calidad, pero hizo presente que ésta todavía es ineficiente por las tasas de fracaso que presenta.
Y para quienes consiguen embarazarse a edad madura, deben tener presente que enfrentan lo que se denomina embarazo de alto riesgo.
