EMOLTV

Apuestan la vida

Desde que comenzaron a inaugurarse los 15 nuevos casinos de juegos en Chile el año pasado, salió a la luz un tema que pocos reconocían como un problema. Se trata de la ludopatía, o adicción a los juegos de azar. Si bien se trata de una enfermedad que la mayoría de quienes la padecen son hombres, el 30% de los ludópatas son mujeres, cifra que va en aumento.

19 de Enero de 2009 | 13:03 |
imagen
Si bien no existen en Chile estudios de señalen qué porcentaje de la población es la que padece esta enfermedad, la tendencia mundial es alarmante. En Estados Unidos, por ejemplo, entre el 1 y 4% de la población manifiesta la patología, cifra que se duplica entre personas que viven a 80 kilómetros a la redonda de un casino. En España la cifra es similar y se estima que el 3% de sus habitantes son ludópatas. Lo que más sorprende es la irrupción de las mujeres en este vicio que parecía reservado sólo a los hombres.

Este fenómeno se da, como señala el estudio de la Clínica Española de Mujeres Ludópatas, ya que la adicción no sólo está reservada para los juegos de casino, sino que bien se puede ser adicto y perder la vida en ello y en bingos o juegos de azar, como raspes o lotería. Es por esto que se inician en la edad adulta media o madura, ya que, como señala la psicóloga clínica Paulina Peñaloza, "una de las causas es que buscan más acción, adrenalina y entretenciones para sentirse vivo". O sea, se confirmar la máxima de que las mujeres empiezan por aburrimiento.

No obstante, para la psicóloga, el juego patológico responde, en la mayoría de los casos a "carencias afectivas que las personas tratan de suplir con el juego, pero hay que recordar que para la psicología no hay absolutos y cada persona responde a casos específicos".

A pesar de que la patología en mujeres tiene rasgos muy similares a la que se manifiesta en varones, existen ciertas características que la hacen diferente en su diagnóstico. Por ejemplo, como señala Peñaloza, "puede ser que se inicie como una simple simpatía a los juegos, sin apostar grandes sumas de dinero y que no se tengan grandes expectativas en que van a ganar, pero poco a poco empieza a tomar importancia, se les dedica más tiempo y se lleva gran parte del presupuesto familiar".

Según la psicóloga clínica Ety Rapaport, la diferencia de los adictos al juego con otras adicciones es que "se trata de personas más eufóricas y con muchos deseos de éxito rápido, sin mediar el trabajo a largo plazo ni el esfuerzo".

Estudios internacionales señalan que los hombres se envician con el juego por la excitación que les provoca, mientras que las mujeres lo hacen por evasión, de ahí que su proceso sea más lento. También han confirmado que ellas son mucho más esquivas al momento de iniciar un proceso de rehabilitación, porque ello implica develar un secreto que tiene mayor rechazo social sólo por ser mujeres. Y aunque no se puede generalizar, los hombres se inclinan por juegos más activos y participativos como poker y otros, mientras que las mujeres caen en los tragamonedas.

En cuanto a asumir la enfermedad, señala Rapaport que "es muy difícil, la respuesta del adicto siempre será 'puedo dejar de jugar cuando quiera', pero la verdad es que son quienes rodean a la persona quienes se dan cuenta que esto es un problema, que debe ser tratado".

Peñaloza agrega que "lamentablemente este proceso va acompañado de graves pérdidas tanto en el plano social y familiar como en el económico, por lo que el daño es muy grande".

La adicción suple necesidades

Para Rapaport, el problema de la adicción a los juegos de casino es que "siempre están disponibles, si es que una persona tiene un cuadro de angustia, siempre puede refugiarse en el juego, en la adicción; no pasa lo mismo con las personas, que no siempre están disponibles para atender las necesidades de los demás". Esto es el factor fundamental, ya que se trata de gente que "tiene bajo nivel de tolerancia a la frustración y no puede controlar sus necesidades inmediatas".

La modificación a la ley de casinos -que hoy permite la existencia de dos de estos centros de apuestas por región- duplicó el número de establecimientos en el país, jugando en contra de quienes tienen tendencias adictivas. "Además están abiertos las 24 horas del día, y eso para un adicto es sentir que la solución está a la vuelta de la esquina”.

Para la psicóloga Rapaport, la adicción a los juegos, como cualquier otro tipo de impulso no controlado, es sólo un síntoma de un conflicto subyacente y profundo, en el cual se manifiestan cuadros de angustia intensa y pérdida del control, por lo que el tratamiento debe indicarse luego de un estudio exhaustivo de la causa principal del juego patológico.

"Lo más importante es que se haga un análisis de la personalidad, evaluar su estructura y la dinámica que hace posible la adicción y, después de eso, indicar el tratamiento que se debe seguir", afirma.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?
Recomendados Emol