Siempre le gustó el diseño. Cuando era chica, cada vez que veía una servilleta en un almuerzo se ponía a dibujar. Estudió en la Universidad Católica para ser diseñadora y hoy, casada y con tres hijos (de 13, 10 y 7 años), siente que tomó la decisión correcta.
Mientras estudiaba ganó un concurso que le significó el primer paso para llegar a ser independiente. Por eso, ahora su empresa, Ovum Studio, trabaja con clientes grandes. En Argos, a cargo de la línea Disney. También fue responsable de toda la imagen corporativa de Enrique Concha y de marcas como Le Fournil y Mica, de Falabella.
María José se considera hija del rigor. Dice que, aunque siente que toda su carrera ha sido fluida, lo ha logrado a través de la perseverancia. Cuando tuvo a sus primeros hijos, decidió trabajar en una pieza de su casa, todos los días, desde las ocho y media de la mañana.
Una semana después de haber terminado de darle la papa a su última guagua, ya estaba instalada en su oficina. "Quizás lo más difícil ha sido poder armonizar entre la familia y el trabajo", cuenta. "Yo, al menos, siempre he estado tratando de buscar el equilibrio. Cuando los niños eran chicos era importante disfrutarlos, pero también estar al día con las novedades del diseño".
Una de sus principales preocupaciones siempre ha sido construir un buen equipo. En su oficina trabajan solamente mujeres, y la premisa es poder integrar todas las inquietudes los espacios en el día a día. "Nosotras tenemos también una constante preocupación por formar un equipo con el cliente, y desarrollar un proyecto juntos desde el inicio hasta el final".
Tres claves para triunfar en el mercado del diseño
1. Pasión. El amor y el disfrute con el trabajo. Yo creo que eso es lo que más marca la diferencia.
2. Trabajo en equipo. Estar abierto a enriquecerse con cada persona. Para mí, el equipo se forma con el cliente y las personas que trabajamos en la oficina. Se genera un espacio de compromiso y confianza.
3. Perseverancia. Yo he sido súper trabajadora; hay una frase que me encanta, de El Libro de las Virtudes: "El nadador que nada 100 metros al día hará del mar su travesía". La constancia sólo se consigue trabajando.
