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Fortaleciendo los hombros

La dislocación es una dolencia muy común de una de las articulaciones más móviles del cuerpo humano. La recuperación debe comenzar con ejercicios sin peso y aumentar gradualmente.

17 de Febrero de 2009 | 08:50 |
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Una de las lesiones más comunes es la de hombros. De hecho, dos de cada cien personas consultan buscando alivio a raíz de problemas en sus hombros, muchos de los cuales terminan en el cirujano.

Muchos deportes necesitan hombros fuertes. El tenis, el golf, la natación, la gimnasia, las artes marciales... En fin, los hombros son usados y abusados en el deporte. Es una parte de nuestra anatomía que debe fijar toda la extremidad hasta la punta de un dedo para un movimiento finísimo, o de sostener a un atleta haciendo el "cristo" en los anillos. La idea es fortalecerlos.

El hombro es una articulación que une al tronco con los brazos. Aquí se unen tres huesos: el húmero del brazo con la clavícula y la escápula. La juntura entre la cabeza del húmero y una concavidad de la escápula es la articulación gleno humeral o del hombro. Otra articulación que facilita el movimiento en el hombro es la acromioclavicular, entre el acromion -una parte de la escápula que forma el punto más alto del hombro- y la clavícula.

Así las cosas, el hombro resulta ser la articulación más móvil del cuerpo, porque la bola de la cabeza del húmero es apenas contenida en el soquete que forma la escápula. El gran rango de movimientos rotatorios logrados tiene como contraparte forzar las estructuras de músculos y ligamentos, que contienen al brazo junto al tronco y estabilizan la articulación.

Los problemas del hombro vienen de la ruptura parcial o total de estas estructuras, en forma aguda o crónica. O su inestabilidad y dislocación. El síntoma básico es el dolor, aunque algunos no son de origen local y manifiestan problemas biliares, hepáticos, del cuello, la médula espinal o del corazón.

El hombro es la articulación que más se disloca. En un caso típico de dislocación, una gran fuerza tira el hombro hacia fuera del cuerpo y lo hace rotar, sacando la cabeza del húmero de su lugar. La dislocación se da fácilmente con un tirón hacia atrás en rotación, que sorprende a los músculos sin resistencia o supera su tensión. Cuando el hombro se desarticula, frecuentemente nos referimos a inestabilidad del hombro, y subluxación si la dislocación es parcial, donde el brazo está parcialmente adentro y afuera.

El hombro puede descoyuntarse hacia delante, atrás o abajo. No sólo vemos un cambio de posición del hombro. La luxación produce dolor. Y contracturas musculares involuntarias pueden aumentar el dolor, hasta que logramos poner de vuelta la bola del húmero en el soquete de la escápula. Luego se inmoviliza el hombro por algunas semanas y se sigue con ejercicios para restablecer el rango de movimientos del hombro y, lo que es muy importante, fortalecer las estructuras que contienen el hombro para prevenir futuras dislocaciones.

Primero son ejercicios de movimiento simple, sin pesos, luego con peso, y contra el propio peso. Los ejercicios de barra y de trepada son grandes herramientas de fortalecimiento del hombro. También las llamadas lagartijas. Empiece con lagartijas (push ups) y siga con la barra (primero solo cuélguese de los brazos y respire, y luego empiece a izarse). Tras eso, aprenda a trepar por tubos o cuerdas, una gran progresión para mover su propio peso con los brazos y fortalecer también sus hombros.
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