Las embarazadas que sufren malos tratos físicos o psíquicos por parte de su pareja tienen más probabilidades de perder el feto, según se desprende de un estudio publicado recientemente por “The Lancet.”
La investigación, llevada a cabo por el Departamento de Salud Familiar de la Universidad del Sur de Florida, en Estados Unidos, y liderado por la doctora Amina Alio, ha llegado a esta conclusión tras estudiar las condiciones que rodearon el embarazo de más de 2.500 mujeres en África, el continente con mayor índice de abortos del mundo.
El equipo investigador utilizó para su análisis los datos de un exhaustivo estudio demográfico de salud de Camerún, que incluye un apartado sobre violencia conyugal y los abortos sufridos a lo largo de la vida.
De las 2.562 mujeres encuestadas, las 1.307 que habían sufrido algún tipo de violencia por parte de sus compañeros o maridos tenían un 50 por ciento más de probabilidad de haber perdido al menos un bebé.
En este sentido, el estudio concluye que los abortos repetidos estaban relacionados con cualquier tipo de violencia, y especialmente episodios de violencia emocional.
Según los autores, el estudio demuestra que una gran parte del riesgo de aborto espontáneo de la región puede atribuirse a los episodios de violencia dentro del hogar familiar, “algo que, por tanto, se puede prevenir.”
