EMOLTV

La dieta orgásmica

Aunque sea difícil de creer, lo que comemos puede influir directamente en la vida sexual. Es así como una dieta promete terminar con las frustraciones y acentuar el deseo. ¿Mito o realidad?

27 de Febrero de 2009 | 09:27 |
imagen
Somos lo que comemos. Esa afirmación parece ser cierta, ya que los alimentos que ingerimos parecen repercutir en toda actividad que realizamos, incluso en las relacionadas con el sexo.

Según lo que postula la sexóloga británica Marrena Lindberg en su libro “La dieta orgásmica”, que ha causado furor en Inglaterra, haciendo cambios en la alimentación diaria, podremos lograr mentes y cuerpos vigorosos y dispuestos a una mejor sexualidad.

De acuerdo a lo que ha publicado, muchas mujeres que tienen problemas para una sexualidad plena -que puede ser causada por trastornos, sobrepeso, estrés e incluso mala alimentación- pueden solucionarse sin tener que caer en tratamientos médicos.

Se trata de esfuerzos como aumentar la ingesta de proteínas, disminuir los carbohidratos, el azúcar y la cafeína, además de consumir aceites provenientes de la oliva y también productos del mar.

Según sus postulados, estos cambios promueven controlar la serotonina, hormona relacionada con el buen humor. Sin embargo, un exceso de esta sustancia, producida por altos niveles de carbohidratos, el tabaco y la cafeína, puede hacer que dejar de lado las obligaciones sea difícil, contribuyendo a olvidar el tiempo para el romance.

Por su parte, la mayor ingesta de pescado se recomienda porque el aceite proveniente de estos productos estimula la circulación de la sangre gracias a su contenido de dopamina, neurotransmisor también relacionado con el deseo sexual.

Además, con el fin de elevar los niveles de testosterona en la mujer –si bien es una hormona masculina, los estudios señalan que las féminas con niveles más altos de esta sustancia tienen una vida sexual mejor- recomienda que la ingesta de proteínas, provenientes de carnes, huevos y legumbres, sea un 30% de los alimentos diarios.

Sin embargo, la nutricionista de la Clínica Dávila, Gloria Rebolledo, sostiene que esta dieta no es lo que podríamos llamar balanceada, ya que una mayor ingesta de proteínas que la recomendada puede perjudicar el correcto funcionar de los riñones.

“En una dieta normal, el 10 al 15% de la ingesta diaria es de proteínas y se debe ingerir cerca de un litro y medio de agua para proteger las funciones renales”, explica. Por lo que en una dieta en que se eleva el consumo de carne, la cantidad de agua debe aumentarse de igual forma, incluso llegando a los cuatro litros diarios, lo que para la especialista “es demasiado”.

En cuanto a la restricción de carbohidratos, es que la profesional señala que es una recomendación sana cuando se quiere bajar de peso, pero que “en una alimentación normal se indica disminuir sólo los carbohidratos de absorción rápida, como es el caso de la sacarosa, presente en el azúcar de mesa”.

Asimismo, Rebolledo recomienda “aumentar los que son de absorción intermedia, como la fructosa presente en frutas; y las lentas, como son los almidones. Este balance tiene un sustento científico comprobado, ya que de esta forma se ayuda a mantener las concentraciones plasmáticas de glucosa estables”.

Cómo funciona

Según la profesional, siempre se dice que hay alimentos que tienen características de ser “afrodisíacos”, pero que en realidad sólo se trata de una sugestión. “El mito urbano asocia a productos como el chocolate, las ostras o el vino blanco con el apetito sexual y que mejora la líbido, pero la verdad es que estos alimentos no tienen características especiales que indiquen alguna función sobre el sistema nervioso central”.

Sin embargo, en muchas personas parecen ser efectivos. La razón para la especialista es que “en esos casos existe una predisposición y complicidad con la pareja. Se sale de la rutina, lo que en su conjunto genera un ambiente propicio para la relación sexual”.

No obstante, según Rebolledo cualquier plan de alimentación tiene un componente mental en su efectividad. Es así como “al iniciar una dieta hay una predisposición psicológica a que lo que se está haciendo es por la salud, por lo que se mentalizan de que están mejor”. Por ejemplo, si se genera una pérdida de peso, “se sentirán más atractivos a los ojos de cualquier persona, por lo que proyectarán mejor ánimo y mayor seguridad en sí mismos”, analiza la especialista.

Sin embargo, la recomendación de la nutricionista es simplemente seguir una dieta sana y balanceada, ya que “una alimentación equilibrada genera muchos beneficios corporales, estéticos, biológicos y psicológicos, siempre que esté relacionada con una vida saludable, ejercicios y fuera de excesos como el alcohol y el tabaco. En este contexto de bienestar, todos los ámbitos del ser humano se benefician y, por supuesto, la vida sexual no es la excepción”.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?