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¿Se nos acaba la pasión?

A pesar de que la literatura médica le ha puesto plazos dramáticos al amor, lo cierto es que cuando las parejas están realmente embarcadas en una relación de verdadero afecto, este fenómeno no perjudica la relación.

13 de Marzo de 2009 | 15:43 |
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Mucho se ha hablado de que la pasión en las relaciones tiene fecha de vencimiento. Incluso, estudios médicos le han fijado un plazo fatal de cuatro años. Luego de eso, todas las parejas estarían sepultadas.

Según los resultados de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de México, esta duración puede disminuir considerablemente si es que aparece otro que despierte más este instinto.

De hecho, van más lejos y dicen que estar enamorado es sólo un “estado demencial temporal”. Sin embargo, los estudios dejan bien al ser humano en, por lo menos, una cosa: somos fieles. Señalan que “sólo se puede estar enamorado de una persona a la vez”, según dice la doctora Georgina Montemayor, directora de dicha investigación.

A pesar de que existe una amplia bibliografía sobre el tema, lo cierto es que aún no se sabe lo suficiente y, cada día, nos sorprendemos con nuevas publicaciones que dicen, con bases médicas, que el amor, como lo conocemos en las películas románticas, dista mucho de la realidad.

Es en este sentido, que el ginecólogo y sexólogo Roberto Rodríguez señala que estas investigaciones sobre el finiquito de la pasión no son del todo creíbles ya que no consideran un elemento medular: el que los encuestados estén verdaderamente enamorados.

“Esa sensación de angustia cuando no se está con la persona deseada, esas mariposas que se sienten cuando se está con ella, la sensación de amor tiene una correlación científica y orgánica que se puede evaluar por medio de exámenes a nivel del cerebro”, señala el médico.

Según fundamenta, “existe un lóbulo límbico que tiene que ver con el manejo de las emociones y los sentimientos. Cuando las personas hacen un correlato real de su enamorado, se empiezan a producir en este sistema transformaciones que son visualizables por sistemas de diagnóstico”.

“Si a esa persona se le pide que hable de una ex pareja, no se verá cambios, pero si habla de la actual, y la ama, se activará esa parte del cerebro. Ningún estudio que yo conozca ha hecho la diferencia entre las personas que están enamoradas y las que no. En la literatura médica siempre se van a encontrar estudios que digan que la pasión dura tres meses, cuatro años, etcétera. Pero es porque no tienen este supuesto”, asegura.

Es cuestión de concepciones

En el mismo sentido es que el médico dice que sólo el 20% de los matrimonios viven el amor. Para los afortunados que pertenecen al grupo de los enamorados, estas crisis no deberían afectarlos, mientras continúen con sus ritmos de vida normales.

Para Rodríguez, la duración de la pasión tiene que ver con la evolución del tiempo y del desarrollo psicosexual, lo cual tiene etapas de las cuales sólo la última la que conlleva al amor verdadero.

En primer lugar, está la etapa del deseo del cuerpo, es decir, sentirse atraído físicamente por la persona, y se rige por cánones de belleza universales.

Luego, viene la etapa de la mente, en la cual los dos se encantan con los atributos intelectuales del otro y, por último, la etapa del alma, en la que el amor surge e involucra todos los aspectos que forman a una persona.

Para el profesional, “las parejas alcanzan a la etapa del alma cuando, habiendo vivido ya las fases previas, llegan al convencimiento que el prototipo soñado de ese principe azul no son reales y entonces aceptamos a nuestra pareja y 'decidimos' amarla con convicción".

Además, el especialista señala, en su experiencia, a los medios de comunicación e incluso al entretenimiento que promocionarían cánones sexuales que no corresponden, que son una exageración.

“Las personas se ven prisioneros de la sexualidad para tratar de cumplir con estas imposiciones sociales y, así, van subyugando su propia felicidad a ejemplos que no existen”, declara.

Es por esto que sostiene que se debe entender que “la sexualidad como expresión no está en el primer lugar desde el punto de vista de jerarquía. Ahora, si ésta falla, todo lo demás empieza a fracasar. Pero cuando hay un amor intenso, la vida sexual tiende a no terminar”.

Lo que sucede, es que se pasa por distintas etapas dentro de una relación y hay que aprender a aceptarlas. Las relaciones de parejas, según el especialista, se tratan precisamente de eso, “son un constante adaptarse a nuevas vivencias poniendo en la balanza el riesgo que corremos con los beneficios que logramos”.

La literatura dice

En el mismo sentido que habla el sexólogo, es lo que postula la periodista española Teresa Viejo en su libro “Parejas ¿fecha de caducidad?”, el cual en su país fue éxito de ventas.

Aclarando que no es una especialista y que simplemente escribió sobre lo que ha visto en su labor de comunicadora social, señala que las parejas del siglo XXI son diferentes a las de antaño, ya que en la actualidad cada uno tiene más ambiciones personales, por lo que deben cuidar la sexualidad, la comunicación y jamás perder la costumbre de sorprender al otro con elementos novedosos que le den frescura a la relación.

Es por lo mismo que la autora señala que lo que une a las parejas de hoy no es lograr una estabilidad económica y sentimental, como antes. Sino que hoy en día lo que da origen a una relación es la búsqueda de una felicidad de a dos que sea mayor a la que se puede conseguir solo.

Es un hecho. La pasión no tiene fecha de vencimiento. Cuando hay amor no hay crisis que pueda vencer. El único requisito es saber superar y dominar los cambios que propone la vida y lograr que la convivencia sea motivo de realización para ambos.

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