No son necesarios los relajantes musculares ni las caras de estar exhaustos. Así lo afirma una investigación de la American University y la Maharishi University of Management (EEUU) que fue publicada en el “International Journal of Psychophysiology.”
"Las presiones de la universidad pueden ser aplastantes”, explica el responsable del estudio, Fred Travis, quien recuerda que el estrés puede llevar a los alumnos a emborracharse, a consumir drogas ilegales, e incluso a padecer una depresión y a sufrir altos niveles de ansiedad.
Sin embargo, indica que las tensiones de la vida estudiantil pueden mitigarse con la meditación trascendental.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores pidieron a 50 estudiantes universitarios que llevaran a cabo prácticas de meditación durante 20 minutos dos veces al día y a lo largo de 10 semanas.
Los científicos midieron la reactividad al estrés, la somnolencia y el funcionamiento del cerebro de los jóvenes antes y después de poner en práctica los ejercicios de meditación y compararon los resultados con un grupo control. La semana décima de la meditación coincidió con el periodo de exámenes finales.
El funcionamiento cerebral de los integrantes del grupo control era más fragmentado, lo que conllevaba un pensamiento y una organización menos ordenados y centrados.
Asimismo, presentaron somnolencia y alta reactividad simpática frente a sonidos intensos -el sistema nervioso responde a ruidos, pero una persona equilibrada se habitúa a ese tono y no vuelve a repetir la reacción. Ambas características son signos de ansiedad, preocupación e irritabilidad.
Las personas que llevaron a cabo prácticas de meditación, por contra, mostraron un pensamiento más organizado y mejor percepción del medio, así como menor somnolencia y menor reactividad simpática.
Estas características, explican los investigadores, se traducen en una mayor estabilidad emocional y menor ansiedad, que favorecen la mitigación del estrés.
"Estos significativos resultados estadísticos en los estudiantes de universidad sugieren que la práctica de las técnicas de meditación trascendental podría tener un valor importante para cualquier persona que se enfrente a un ambiente de trabajo o de aprendizaje intenso y exigente”, explica Travis.