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Cuidados post verano

Después de la exposición al sol, al agua de mar, al cloro y al viento, la piel y el pelo resultan dañados. Para reparar las consecuencias de estas agresiones hay que hidratar la piel, comer bien y regalarse un par de sesiones en la peluquería.

17 de Marzo de 2009 | 08:43 |
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Rostro y cuerpo

Después del verano, la hidratación es lo más importante. Como el sol genera fotoenvejecimiento, las cremas antiedad pasan a ser grandes aliadas de la piel. Lo mejor es hidratar en la mañana y en la noche, con productos específicos.

Tomar mínimo ocho vasos de agua al día, y comer frutas y verduras ricas en vitaminas C y A: también ayudan al organismo a recuperar la hidratación perdida. Exfoliar suavemente antes de usar hidratantes también es una buena opción (siempre que la piel no esté irritada), porque se eliminan las células muertas y ayuda a evitar futuros problemas de manchas o cambios en el pigmento de la piel.

Para que el bronceado dure más tiempo, los alimentos ricos en carotenos, como las zanahorias y las betarragas aumentan la producción de melamina y mantienen la piel hidratada.
Hiperhidratada
En momentos en que la exposición al sol nos deja ver el daño que hemos provocado a nuestra piel, Estee Lauder lanza al mercado un producto que reduce el envejecimiento de la piel, y reduce considerablemente las líneas de expresión y arrugas. Time Zone Line and Wrinkle está basado en la activación y regeneración celular gracias a la tecnología Sirtuin y el complejo tri-hialurónico que penetra en l piel y consigue esponjarla.

Los after sun también son una buena opción. Uno de sus objetivos principales es hacer que perdure el bronceado; y por eso, entre sus ingredientes más importantes se encuentran agentes antioxidantes, que disminuyen los radicales libres (que causan el envejecimiento); alantoína, que acelera los procesos de cicatrización de la piel; glicerina y el pantenol, con gran capacidad suavizante y humectante.

Pelo

Durante el verano, el pelo pierde brillo y su color se puede ver oxidado. Además, el ambiente cálido y seco es uno de sus peores enemigos. Para lograr que las consecuencias tengan menor impacto, uno de los primeros pasos post verano es utilizar tratamientos hidratantes y reparadores. Además, los productos sin enjuague, que también ayudan a reestructurar el pelo, funcionan durante todo el día (o la noche) y mantienen el pelo constantemente protegido.

La queratina, la vitamina B y las ceramidas son los nutrientes que devuelven la vida al pelo. La vitamina B, que evita su caída y aumenta su salud, se puede encontrar en las zanahorias, pepinos, huevos y leche. Las ceramidas cumplen una función protectora e hidratante. Los tratamientos, ya sean caseros o de peluquería, es importante que contengan estos ingredientes y realizarlos con constancia, una vez a la semana, para que la salud y la hidratación del pelo se mantengan en el tiempo.

Consumir frutas con vitaminas A y C también fortalece el pelo y evita su caída. Entre ellas se encuentran la papaya, el melón, la sandía, el mango, la piña y la mandarina. Es recomendable usar, por lo menos cada 15 días, aceite de oliva o palta como mascarillas, dejarlas actuar durante media hora en todo el pelo y después lavar y enjuagar como siempre.




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