Es conocido por las teleseries en las que ha actuado. Atractivo y con cara con aires de niño, siempre le tocan los personajes de estudiantes, de esos por lo que las adolescentes suspiran. En el currículum televisivo de Mario Horton figuran producciones como “Amor en tiempo record”, “Floribella” y “Papy Ricky”, pero su fuerte siempre ha sido el teatro, disciplina en la que ha sido actor y director.
Contestatario y de ideas muy claras, estudió teatro porque era un vehículo para opinar sobre la sociedad, de ahí que sus obras tratan de temas tan difíciles como el suicidio y el amor en la pobreza.
Aunque llegó a la televisión por casualidad y siempre señaló que no le gustaba, hoy su punto de vista ha cambiado y cree que estas oportunidades lo han hecho crecer como actor y le han entregado muchas herramientas.
Hace pocos meses fue padre por primera vez. La pequeña Milagros llegó por sorpresa y a revolucionar la vida de Mario, porque como dice “ya no duermo, pero es lo más maravilloso que se puede vivir”.
Lleno de proyectos, entre los que están apariciones en el cine, continuar con la exitosa obra en la que participa, “Chile Bi 200”, iniciar su carrera como docente y otros personales como radicarse en Bélgica para estudiar cine el año 2010; Mario Horton, a sus 28 años, tiene objetivos claros y una vida muy bien planificada.
-¿Cómo es esto de ser padre?
“Notable. Lo mejor que me ha pasado en la vida. No fue planificado, por lo que fue un hermoso ‘condoro’ que apareció en nuestras vidas.
“Yo quería ser papá en algún momento, pero nunca lo pensamos, nos fuimos a Brasil con mi mujer de vacaciones y simplemente nos pasó.
“Lo único terrible es que no se duerme nada. Milagros nació el 10 de diciembre y en ese tiempo yo estaba con muchos proyectos. Me levantaba a las 6:30 de la mañana y llegaba a la casa a las 12:30, no la veía mucho, sólo cuando se despertaba en la noche para tomar papa”.
-¿Estás en pareja hace mucho tiempo?
“No, para nada. Estamos en pareja hace un año, pero yo la amo, la adoro y sé que es la mujer de mi vida. No nos hemos casado, pero está en nuestros planes hacerlo antes de irnos a vivir fuera de Chile”.
-¿Dónde van a irse?
“Quiero irme a Bélgica a estudiar cine. Es un proyecto que siempre he tenido, pero que ahora toma más fuerzas. Tengo familiares y amigos de mis papás que viven en ese país y me recibirán y me tratarán como si estuviera en Chile”.
-¿Pretendes tener más hijos?
“Sí, provengo de una familia grande y muy unida, así que me gustan las casas llenas de gente. Incluso me gustaría tener tantos hijos como Brad Pitt y Angelina Jolie (ríe), pero el problema es que criar niños en Chile es muy caro, no se puede”.
-¿Qué cambios te trajo la paternidad?
“Estas experiencias producen muchos temores. El tener una hija te llena de amor y de vida, pero también de miedos y de pesadillas. Empiezas a querer las cosas de un lugar tan diferente y te da susto perder esas cosas nuevas. Se desplazan las prioridades y lo que antes no te importaba ahora te deja muchas dudas”.
-Decías que la televisión no estaba entre tus proyectos ¿Qué piensas ahora?
“La tele no me quita el sueño. Aprendí a encontrarle una utilidad desde el oficio, desde el actuar y en ese sentido la respeto mucho y si están las oportunidades yo voy a estar encantado de estar, pero no es algo que me quite el sueño.
“Yo creo que el actor debe ser un ser opinante, que trate de decir lo que piensa frente a su contexto, de modificar las cosas con las cuales tiene inconvenientes y que utilice el arte o el teatro en este caso como un vehículo de eso, como una actividad política.
“Entonces, a mí la televisión se me presentó como una opción laboral que no cumplía con eso. En ella uno es empleado de un canal, que es una gran empresa y no tiene mucha opinión, con lo cual yo no concuerdo mucho desde mi mirada de ser actor. Eres un instrumento de ideas que de repente no son las tuyas.
“Pero también fui descubriendo que era un lugar para estar actuando constantemente y eso sirve mucho. Pasé como un año sin actuar en teatro, porque estaba dirigiendo, y me di cuenta que volví al teatro con más herramientas que antes, y esos recursos los saqué de la televisión. La tele es un lugar donde tienes que estar todo el tiempo contando una historia y trabajando con tus compañeros actores”.
-En tus obras has abordado muchos temas de la sociedad chilena, como por ejemplo la pobreza, el amor y el suicidio ¿Qué te falta por interpretar?
“Creo que los temas van apareciendo día a día, con lo que vas viendo en tu entorno. Por ejemplo me gané un Fondart para una obra que voy a empezar a dirigir y que está basada en un libro de Roberto Bolaño que roza el tema de la pedofilia y del estupro.
“Creo que hay un tema frente al cual hay que reflexionar. Somos un país que está lleno de pedófilos, más cerca de lo que uno cree. Acabo de ser padre y es un tema que me está rondando, creo que hay que cuidar a nuestros niños.
“Este proyecto yo lo estaba urdiendo antes de que mi mujer quedara embarazada pero coincide con esto, porque creo que es un tema que hay que hurgar, hay que abrir el sótano. Siempre pienso en el caso del psicópata de Austria que tenía a la familia encerrada en un subterráneo y también escuché a Marco Antonio de la Parra hablando del sótano como una imagen de país en que todo se esconde y no se destapa, creo que tenemos que abrirlo, porque hay realidades que hay que enfrentar”.
- Eres un actor muy joven pero ya has hecho de todo teleseries, teatro e incluso diriges ¿Qué te falta por hacer?
“Este semestre voy a hacer clases en dos lugares. En la Arcis, que fue mi escuela y es una experiencia súper bonita, como actor y como joven director, que te llamen a hacer clases donde tú te formaste y tan poco tiempo de haber egresado, yo egresé hace cuatro años.
“También en el Instituto Arcos que tiene un proyecto de escuela bien bonito, dirigido por Claudia Celedón. Además están armando un círculo de profesores que son jóvenes actores y directores”.
- ¿Te gusta la docencia?
“Me gusta la dirección y creo que la docencia es un vehículo para probar tus capacidades en la dirección. La vocación de la docencia llega con el tiempo y voy a ver qué me pasa con eso.
“Me planteo como un joven director que va a ir a compartir con ellos sus experiencias”.
- Cuando entraste a estudiar teatro tus papás te cuestionaron un poco la decisión porque nunca habías tenido interés por esta carrera ¿Qué piensas ahora?
“Nunca hice talleres de teatro ni participé en obras ni en las alianzas ni en nada, pero siempre fui un niño muy hiperactivo, fui mucho al psicólogo y psicopedagogo, era un niño con unas energías bien fuertes. Por eso nunca pensé que eso pasaría a un lugar profesional.
“De hecho cuando salí del colegio entré a estudiar sociología un año. De repente me di cuenta que esa carrera cumplía con muchas expectativas académicas del pensamiento pero no de la actividad. No me veía encerrado en una biblioteca o en una oficina, no era mi opción de vida. Ahí me di cuenta que quería hacer teatro, como una sociología más activa.
“Tuve la suerte de entrar a la Arcis y encontrarme con Ramón Griffero. Creo que la escuela ha marcado mucho mi forma de ver el teatro. Me enseñó a verlo como un lugar de reflexión ideológica, y eso tiene conexión con la sociología”.
- ¿Qué nuevos proyectos tienes para este año?
“Estoy rodando una película. Se trata de un secundario que participa en la oposición a Pinochet, está ambientada a fines de los 80 y es dirigida por Claudio del Valle.
“Además la idea es seguir presentando la obra ‘Chile Bi 200’ hasta junio y luego iniciar una gira por distintas ciudades del país”.
-¿Qué te pasa con volver a hacer papel de un adolescente?
“Es divertido. El hecho de ser padre y tener que interpretar a un escolar es curioso. En las mañanas me miro al espejo y me veo las patas de gallo y me imagino las capas de estuco que me van a tener que poner para parecer otra vez de 18, es más fuerte. Pero mientras mi casting me lo permita, yo feliz. En esos casos te amplías como actor”.
- ¿Tienes algún vicio privado?
“Me gusta hacer asados. Ser anfitrión en mi casa, en la ‘Patria chica’, como le dicen. Me gustan las fiestas en la casa y que todos los amigos y la familia estén presente. Provengo de una cultura muy de juntarse, mi papá es un gran asador y creo que de él es que heredé esta pasión. Es como una tradición familiar.
“También me gusta viajar, a pesar de que nunca he salido de América Latina. Eso también lo heredé de mi padre, ya que con él recorrimos Chile entero con una carpa. Explorábamos, conocíamos pueblos y otras culturas, que aunque estén en Chile cada pueblo tiene su propia identidad y me gusta mucho”.
