Washington.- Las mujeres que tienen la menopausia y siguen una terapia hormonal que combina estrógenos y progesterona durante al menos cinco años ven multiplicarse por dos el riesgo de sufrir cáncer de seno.
Un año después del final de este tipo de tratamiento, el riesgo de desarrollar un cáncer de seno baja en un 28%, revela el estudio.
"Esto es un prueba muy sólida de que el estrógeno combinado con la progesterona provoca el cáncer de mama", subraya la doctora Marcia Stefanick, profesora de medicina de la Universidad de Stanford (California, oeste) y co autora de este estudio publicado en el New England Journal of Medicina (NEJM).
"Se prescriben hormonas a mujeres con menopausia y cinco años después su riesgo de sufrir cáncer es sin ninguna duda elevado, después, cuando paran el tratamiento hormonal, el riesgo vuelve a ser normal", afirma.
"Estos datos establecen de manera suficientemente convincente el vínculo causa efecto", entre la terapia y la patología, añade.
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El cáncer de mama también golpea a las chilenas. Las cifras oficilales dicen que 1 de cada 13 lo desarrollará y todos los años se diagnostican 3 mil nuevos casos.
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La profesora Stefanick precisó que estos datos no se aplican a las mujeres que sólo toman estrógenos. También se determinó que las mujeres a quienes se administra esa terapia pueden reducir rápidamente el peligro de sufrir la enfermedad si dejan de consumir las hormonas.
Para realizar el estudio, los investigadores analizaron los datos provenientes de dos grupos de mujeres. En el primer grupo, con 15.000 participantes, las mujeres tomaron estrógenos y progesterona o un placebo.
Esta primera prueba clínica fue llevada a cabo por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y fue detenida en 2002, tres años antes de lo previsto, cuando el claro aumento del riesgo de cáncer de mama quedó establecido.
Sin embargo, algunos científicos pusieron en tela de juicio los resultados de ese estudio y señalaron que era imposible que se hubiera producido una reducción tan considerable de la incidencia del cáncer de mama.
Añadieron que era posible que se debiera a un mayor uso de las mamografías.
Según Marcia Stefanick, profesora de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, el último estudio que incluyó a más de 45.000 mujeres desestimó esos cuestionamientos.
"Existen ahora pruebas concluyentes que el estrógeno y la progestina aumentan el cáncer de mama,” indicó Stefanick, presidente de WHI.