EMOLTV

Gestionando el estrés

Y potenciando el intelecto a través de la alimentación.

25 de Agosto de 2009 | 11:02 |
imagen
Culposa o controladora.

Estas son de las personalidades que podrían ser más vulnerables a sufrir lo que se denomina estrés crónico o negativo.

Sí, porque el deseo de asumir todas las responsabilidades, no delegar y sentir insatisfacción por no poder cumplir con las obligaciones impuestas podría ser un gatillante del estrés.

Aunque lo anterior se intuye, no deja de ser necesario que a uno le recuerden que algunos caminos tomados son equivocados y que lo mejor es enmendar el rumbo. Este fue el tema abordado por el psiquiatra Rodrigo Erazo en la charla ´”Gestión personal” organizado por ComunidadMujer y Clínica Las Condes.

Aunque el estrés es una respuesta natural del ser humano ante una situación o persona que es percibida como perturbadora (lo que se conoce como presión), cuando no se logra una respuesta adecuada y el estrés se prolonga en el tiempo, éste ya pasa a ser un hecho negativo al que hay que ponerle límite.

Erazo hizo presente que el estrés es un proceso de adaptación que se puede convertir en un arma de doble filo y por eso, hay que estar atentos a los síntomas que dan señas de su presencia como la irritabilidad, la hipertensión arterial, la alteración del apetito, dolores de cabezas, alteraciones digestivas, fatiga, tensión muscular, ansiedad y depresión.

Aunque no existe una receta para manejar esta situación, el psiquiatra recordó que hay dos elementos que ayudan a aliviarlos: el ejercicio físico regular que deriva en placer y la relajación.

Pero, lo más importante está en la gestión personal que uno puede hacer de este fenómeno y ahí hay ideas claras: se debe reflexionar y determinar las causas que provocan el estrés; luego, se deben establecer prioridades y reorganizar la agenda; fijar límites; olvidarse de las cosas que no se pueden modificar y asumir los desafíos en forma gradual.

Erazo asegura que la mayoría de las personas pueden echar mano a sus propios recursos para enfrentar una situación de estrés y que sólo si los cambios de conductas fracasan se debe consultar un médico y ver si se requieren medicamentos.

Y a modo de epílogo, una recomendación fundamental: el buen dormir es esencial para prevenir el estrés lo que implica hacer una higiene del sueño: no dejar las cosas para última hora; no ver tv; no consumir sustancias estimulantes como café; no dejar los conflictos para la cama; acostarse a la misma hora).

Alimentando el cerebro

En el propósito de hacer una buena gestión de uno mismo, la nutrióloga Isabel Errándonea apunto a la importancia de la alimentación en el potenciamiento del intelecto.

Al respecto, señaló que si se considera que el cerebro está conformado por cuatro nutrientes esenciales (ácidos grasos, vitaminas, minerales y aminoácidos) se debe tender a una alimentación que provea a este órgano de ello, porque algunos no los produce el cuerpo.

Uno de los puntos fundamentales es la necesidad de “engrasar el cerebro” por cuanto éste no puede producir omega 3 y omega 6, necesarios para formar, entre otros, la mielina. El omega 3 está en fuentes marinas –pescados grasos como atún, jurel y salmón- y en vegetales –como soya, canola, nueces y vegetales verdes-.

Otro de los aspectos importantes es dotar de combustible al cerebro, el cual es la gluocosa. La mejor fuente son los hidratos de carbono complejos que se liberan lentamente y en ellos se encuentran los almidones (pastas, legumbres y arroz), además de la sacarosa (azúcar de caña) y fibra (vegetales y frutas).

Hay que tener presente que la gluocosa provenientes de azúcares refinados generan un efecto rebote; o sea, producen un alza de la glucosa que mejora el estado de ánimo, pero luego, ésta cae por acción de la insulina.

También se debe tener presente que el cerebro necesita proteínas ya que de los 20 aminoácidos existentes, 10, que son esenciales, hay que consumirlos y se encuentran en las carnes blancas y rojas y los huevos. Los aminoácidos como la tirosina son estimulantes del sistema nervioso.

Igualmente, hay que considerar que las vitaminas y los minerales son nutrientes que afinan la mente y en ellas destaca la B1, B9, B6, B12, la C y E (que son antioxidantes). En cuanto a los minerales, el hierro es fundamental porque transporta el oxigeno a través de la sangre y de ahí que la anemia genere abatimiento.

Como recomendaciones básicas, Isabel Errándonea planteó que se deben evitar los estimulantes como la cafeína presente en café, cacao y té ya que si bien son estimulantes generan un efecto rebote como dolores de cabeza. En cuanto al alcohol, aunque el vino tinto es antioxidante, interfiere en el metabolismo de la vitamina B1.

La nutrióloga planteó una máxima que debe ser recordada: divide y reinarás, lo que significa fraccionar las comidas de modo que el cerebro reciba su cuota de glucosa permanente. Esto implica, no saltarse el desayuno jamás, comer grasas moderadas, no olvidar las proteínas e hidratarse.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?