Dicen que "una papaya al día mantiene al doctor en la lejanía", gracias a las tremendas propiedades nutricionales y digestivas que caracterizan a esta fruta originaria de América. Cuenta la leyenda que en tiempos del Descubrimiento y luego de un festín que se dieron Colón y sus tripulantes, el único remedio eficaz contra la indigestión que les sobrevino fue la papaya.
La responsable de la buena fama de la carica papaya (su nombre) es la enzima papaína, que se extrae del látex (líquido blanco que se obtiene de las frutas inmaduras), a la que también se le atribuyen otras cualidades muy utilizadas en la farmacéutica y la cosmética. Estamos hablando de la papaya como antiinflamatorio, limpiador, suavizante, exfoliante y humectante.
"La papaína es rica en minerales y tiene un alto contenido de vitaminas A, B, C y D. Es un acondicionador natural, por lo que mejora el estado de la piel y del cuero cabelludo. Produce un efecto alisante y tonificante, dejando la dermis más brillante y fresca. Y es un potente limpiador de impurezas y un buen cicatrizante", afirma María Jesús Lira, cosmetóloga y fitoterapeuta.
El uso cosmético más común de este principio activo, que suele combinarse con la enzima de la piña (bromelaína), es en cremas y geles desmanchadores, mascarillas faciales y capilares, exfoliantes, champúes y acondicionadores para cabellos secos y maltratados. La papaína es capaz de arrastrar las células muertas de la piel de manera no agresiva, lo que la transforma en un excelente peeling natural. Para pieles demasiado sensibles, que no pueden someterse a tratamientos abrasivos químicos, la papaya es una buena alternativa a menos de que exista una reacción alérgica a la papaína, por supuesto.
La saludable papaya
Aunque existen distintas variedades de papayas (la chilena es la carica pubescens o de montaña), todas contienen una gran cantidad de nutrientes, son excelentes fuentes de vitaminas y antioxidantes, bajas en calorías y un digestivo natural. Su enzima papaína tiene la capacidad de digerir las proteínas de los alimentos, parecido a lo que hace la pepsina humana, una enzima que está en nuestro jugo gástrico. Además de estimular la digestión, la papaya puede usarse para tratar afecciones como la gastritis o la acidez estomacal, ya que ayuda a neutralizar el exceso de acidez del estómago.
Cosmética casera
Todas las mañanas tome un vaso de jugo de papaya en ayunas. Es un excelente depurador del organismo.
Haga una mascarilla facial con una papaya grande y un yogur natural. Pele un trozo de papaya de unos 70 gramos y tritúrelo hasta que quede una pasta. Mézclelo con el yogur y aplíquelo sobre el rostro, cuello y escote durante 20 minutos. Luego retire con agua tibia.
Para un pelo brillante y suave, incorpore a su champú habitual un pedazo de papaya machacada. Dese masajes en toda la cabeza y deje actuar la mezcla por un minuto. Luego enjuague con abundante agua tibia.
