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"Las políticas activas de género son un buen negocio"

La secretaria ejecutiva de la Cepal afirma que hay que tener una política pro activa en pro de la mujer para que pueda superar las inequidades. Agrega que pese a los avances registrados, la pobreza sigue teniendo cara de mujer.

17 de Diciembre de 2009 | 11:06 |
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La sonrisa le sale fácil a la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, pero se le desdibuja rápido cuando recuerda a la cantidad de personas que están esperando que el progreso pase por la puerta de su casa y se quede.

Alicia Barcena, mexicana, casada, madre y abuela, se mueve a sus anchas en el hermoso y emblemático edificio que está en nuestra capital y donde confluyen las esperanzas de toda la región.

Con una larga trayectoria en temas ambientales, bióloga con una maestría en Harvard, fue viceministra de Ecología de su país, fundadora de una ONG en Costa Rica, consultora del BID, así como funcionaria de la ONU y PNUD.

Al frente de la Cepal desde junio de 2008, trabaja duro por hacer realidad el refrán que dice ‘la caridad empieza por casa’ y así alcanzar una de las metas propuestas para el organismo: tener paridad hombre-mujer a nivel de funcionarios (y del que tiene que rendir cuenta). “Cada mes tenemos una reunión para ver cómo vamos en el reclutamiento de mujeres y si vemos que estamos atrasados, tenemos que salir a la búsqueda”, cuenta.

Siendo la situación de la mujer en América Latina y el Caribe parte de la labor realizada, hace pocos meses Alicia Barcena anunció la creación del Observatorio de Igualdad de Género.

Haciéndose cargo de la diversidad de realidades que presenta la región, la diplomática asegura que la mujer latina ha registrado avances en algunos ámbitos como el educativo –a nivel primario, las niñas superaron en asistencia a los hombres-, pero en otros está muy atrasado como la mortalidad materna, que es “un gran pendiente” y no se cumplirá la meta del milenio.

-Señala que hay un mejoramiento en los índices de educación, pero la región presenta tasas de analfabetismo muy grandes. Hay países como Perú, Bolivia, Brasil y Haití donde el analfabetismo de ellas es mayor que el promedio nacional.
“Sí, es así. De alguna manera la región está superando los niveles de analfabetismo, hay algunos que prácticamente lo han eliminado y están por debajo del 7%. En las tasas de matrícula primaria, secundaria y terciaria tienen poca diferencia.
“También se presenta esto en el caso del desempleo, que en el genérico en la región es de 9%, pero en él las mujeres tiene 3 puntos más que los hombres. Siempre las mujeres tienen una situación social peor que la de los varones”.

Por lo anterior, Alicia Barcena explica que la Cepal ha concentrado su esfuerzo en el tema de trabajo no remunerado, empleo informal, porque en 14 países medidos, las mujeres sin ingresos propios oscilan entre un 22% en Uruguay y un 46% en Bolivia. Agrega que entre las mujeres que están entre los 15 y 59 años, el 81% realiza trabajos no remunerados como quehaceres domésticos o cuidado de niños y ancianos lo que implica que no tengan seguros.

“Eso hace que sean totalmente dependientes del marido y ahí es como nos hemos concentrado en la autonomía”, explica y afirma que se deben desarrollar políticas públicas (guarderías) que las puedan liberar de lo anterior y puedan trabajar formalmente, si lo desean, o de protección social y previsión.

-En pleno S XXI estamos hablando de no discriminación e igualdad, que podríamos llamar derechos de segunda generación, cuando la realidad es que no hemos superado los básicos, como educación y salud. ¿Estamos arrastrando la mochila?
“Estoy de acuerdo. Lo que queda en evidencia es que tenemos un rezago en el tema de las mujeres, que independientemente de la crisis que tenemos ahora, venimos arrastrando de décadas.
“Uno es el de mujeres jefas de hogar; en los países que tienen alta migración (los hombres parten) siguen siendo un porcentaje muy alto y lo que sucede es que no tienen el mismo acceso al crédito, al empleo, a la propiedad de la tierra. Ahí hay una desigualdad histórica. La segunda brecha es en el tema del empleo, repito, donde las mujeres que están en él son más que los hombres”.

La secretaria ejecutiva pone sobre la mesa la desigualdad que expresa la imposibilidad de las mujeres de ejercer sus derechos reproductivos; entre el 30 a 50% han tenido, en AL, embarazos no deseados.

“El índice de femeneidad de la pobreza ha aumentado, no ha bajado, es decir, hay más mujeres pobres que hombres y este es el tema de fondo. Otra desigualdad importante se da cuando las mujeres tratan de ingresar a la política o al ámbito de toma de decisiones, donde todavía no alcanzamos equidad”, señala.

El juicio de la diplomática es duro: “la crisis actual está pegándole a brechas que veníamos arrastrando desde antes”.

-Una de las desigualdades se da en la participación de las mujeres en el mundo político. ¿Nos hace bien o mal tener dos Presidentas en la región? ¿Puede jugarnos en contra al creerse que ya se cumplió la meta?
“Nos hace muy bien, pero son muy pocas y no es suficiente. La participación de las mujeres en el mundo político tiene que incrementarse, porque además, representamos, en algunas partes, más del 50% de la población. Está claro que no puede ser que la agenda sea discutida por los hombres.
“Me impacta ver el tema de la salud reproductiva discutida por los hombres, es muy importante que las mujeres estén presentes”.

Barcena avanza indicando que en esta crisis mundial se han tomado medidas con un carácter macroeconómico, pero casi ninguna con mirada de género, excepto las que ha tomado Chile donde se han dado bonos y se ha hecho una reforma previsional. “Podríamos decir que es porque Chile tiene una Presidenta mujer, pues puede ser que sí; que tiene una sensibilidad de género, por supuesto, eso tiene mucho que ver”, dice.

“No nos debemos conformar”, reclama e insiste que tener a Bachelet y Fernández no debe ser para nada entendido como tarea cumplida.

La funcionaria internacional cuenta que en Naciones Unidas se han puesto una meta de paridad total y en la Cepal están, recién, en el 40%. “Nos falta y tenemos que llegar a la meta”, afirma.

Se adelanta a la pregunta y señala que el sistema de cuotas –por algunos criticados- es necesario, más allá de que las mujeres tengan menos tiempo y capacitación en este ámbito. “Eso sólo quiere decir que hay que acelerar el paso y que hay que tener políticas muy activas de búsqueda de las mejores mujeres para puestos públicos, parlamentarios. Tiene que haber una acción afirmativa para atraer a las mujeres; no creo que sea una cuestión de a ver quien se aparece. Hay que salir a buscarlas porque no son tantas”, sostiene.

Alicia Barcena reconoce que la cultura machista que perseveran las sociedades americanas augura que el proceso anterior sea más lento que el vivido por Europa y también que es cierto que las mujeres, en la educación de sus hijos, persisten. “Las primeras que tienen que cambiar son las propias mujeres; la equidad comienza en el hogar, ambos, niños y niñas, tienen que tener las mismas responsabilidades. La acción afirmativa tiene que darse en las leyes, en las normas, en la educación, en los objetivos sociales”, aclara.

En este ámbito se enmarca el Observatorio creado en junio que busca hacer un seguimiento de todos los indicadores que pueden ser importantes para las mujeres como el empleo, salud, pobreza, violencia, representación política, paridad, etc.

“Es muy mal negocio para el crecimiento y el desarrollo la desigualdad entre hombres y mujeres; no es bueno para salir de la crisis que se agudicen las desigualdades. Mientras más igualitaria es una sociedad, más posibilidades de desarrollo genuino tiene un país”, asegura.

Remarca que “las políticas activas de género son buen negocio, es decir, es una buena apuesta para el desarrollo de la región”.
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