1 salmón de 1 kilo y medio (pesado una vez fileteado), 1 taza de vino blanco, 1 cucharadita de sal, 3 cucharadas de aceite, 2 cucharaditas de comino, 1 cucharadita de semilla de cilantro molida, media cucharadita de pimienta, una pizca de merquén, tres cuartos de taza de yogur, 2 cucharadas de jugo de limón, media taza de cilantro picado, media taza de menta picada.
Colocar el salmón en una fuente alargada con el vino blanco sal y agua que lo cubra.
Colocar al fuego al mínimo y en el momento que hierva, hervir 1 minuto más. Tapar con papel aluminio. Apagar el fuego y dejar que el salmón se enfríe en el líquido de cocción.
Lavar la cebolla con sal bajo el chorro de agua fría, hasta que esté muy suave. Escurrir muy bien y estrujar para que quede lo más seca posible.
En una sartén calentar aceite con comino y semilla de cilantro unos 2 minutos, o hasta sentir su fragancia. Añadir pimienta, merquén, yogur, jugo de limón y hierbas picadas.
Colocar el salmón frío en una fuente y sobre la salsa de cebolla.