Londres. - Multas de hasta 5.000 libras (unos 7.500 dólares) podrán ser aplicadas a partir de 2010 en el Reino Unido a los adultos que realicen actividades con niños sin estar incluidos en una lista de personas autorizadas.
El sorpresivo anuncio procede del ministerio del Interior, que decidió establecer listas de personas autorizadas a realizar actividades con niños para mantener alejados a los pedófilos y abusadores.
Las listas, llamadas "Vetting and Barring Scheme", es decir "Proyecto para la verificación y el bloqueo", serán introducidas en octubre en todo el país y contendrán los nombres de quienes, tras haber sido sometidos a cuidadosos controles sobre su vida y su pasado, sean considerados idóneos para tener contactos "frecuentes e intensos" con niños.
La iniciativa abarcará a 300.000 directores de escuela y luego a médicos, docentes, enfermeros, chóferes de autobuses escolares y entrenadores, que deberán ser controlados para incluirse o no en las listas.
Además, por actividades "frecuentes e intensas" se entienden también encuentros que pueden ser breves, como un paseo en auto, al menos tres veces al mes, todos los meses o bien una sola vez por mes todos los meses si es de noche.
La medida abarca a los padres que reciban a estudiantes de intercambio de otros países y a quienes organicen grupos para llevar a sus hijos a la escuela regularmente.
Desde noviembre de 2010, quien sea sorprendido ocupándose de niños sin estar en las listas será multado con 5.000 libras, una sanción que podrán sufrir también las asociaciones que trabajan con niños, como clubes deportivos y scouts, si no inscriben a sus colaboradores y voluntarios.
La iniciativa, la más extensa del mundo en su tipo, abarcará a 11,3 millones de adultos británicos, uno de cada cuatro, y nació como reacción a un caso que en 2002 conmovió al país.
En esa oportunidad, un hombre con precedentes de pedofilia fue contratado como custodio en una escuela, donde violó y mató a dos niñas de diez años.
La BBC calcula que con este sistema surgirán antecedentes o problemas en alrededor de un millón de adultos, y entre ellos unos 40.000 finalmente serán considerados no idóneos para estar en contacto con niños.
Algunos escritores británicos, como Philip Pullman y Michael Morpurgo, definieron la iniciativa como "insultante" y también "más bien desalentadora y siniestra".
También los conservadores se opusieron y el ministro del Interior en la sombra, Chris Grayling, declaró: "De este modo desalentaremos las actividades de voluntariado con menores".
Pero la ministra para la Infancia, Delyth Morgan, replicó: "Se trata de estar seguro de que las personas que ocupan cargos basados en la confianza que implican las actividades con niños sean personas idóneas para ese papel. Últimamente, la seguridad de los niños se convirtió en una prioridad para el gobierno".
