Nueva York.- Es oficial. Ese helado realmente puede controlar tu cerebro y decirte: "Cómeme".
Un estudio realizado en Estados Unidos reveló que la grasa de determinados alimentos, como el helado y las hamburguesas, va directamente al cerebro.
Una vez allí, las moléculas de grasa disparan señales desde el cerebro a las células del cuerpo, alentándolas a ignorar las señales supresoras del apetito procedentes de la leptina y la insulina, hormonas relacionadas con la regulación del peso, por hasta tres días.
"Normalmente, nuestro cuerpo está preparado para decir cuándo ha tenido demasiado, pero eso no ocurre siempre cuando estamos comiendo algo bueno", dijo la investigadora Deborah Clegg en un comunicado.
"Lo que hemos demostrado en este estudio es que toda la química cerebral de una persona puede cambiar en un período de tiempo muy corto. Nuestros hallazgos sugieren que cuando comes algo con alto nivel de grasa, le llegan al cerebro los ácidos grasos y te vuelves resistente a la insulina y la leptina", explicó.
Y la autora añadió: "Dado que el cerebro no te dice que dejes de comer, ingieres de más".
Los investigadores también hallaron que un tipo particular de grasa -el ácido palmítico, que se encuentra en la carne, la mantequilla, el queso y la leche- es particularmente eficaz a la hora de instigar este mecanismo.
El estudio fue realizado en ratas y ratones, pero los científicos aseguran que sus resultados, publicados en The Journal of Clinical Investigation, refuerzan la recomendación de limitar la ingesta de grasa saturada, porque "te lleva a comer más".