Nueva York. - Las mamás que trabajan no tienen suficiente tiempo en el día y se sienten más culpables que aquellas mujeres que se quedan en el hogar cuidando de los hijos, pero son igualmente felices aunque creen que sus carreras alcanzaron un techo, según un estudio estadounidense.
Un trabajo del Centro de Investigación Pew, que analizó varios sondeos sobre los problemas de las familias trabajadoras, reveló que la mayoría de las personas piensa que las mujeres deberían trabajar.
Un 75 por ciento de los estadounidenses rechazó la idea de que el lugar de la mujer es la casa. Las mujeres actualmente representan casi la mitad de la fuerza laboral, es decir el 47 por ciento, por encima del 38 por ciento de 1970.
Sin embargo, el estudio halló que aunque el 59 por ciento de las mujeres trabaja o está buscando trabajo, muchas padecen el conflicto de la competencia de roles en el empleo y el hogar, por lo que se sienten más culpables que los padres sobre cómo equilibran el trabajo con el cuidado de los hijos.
Son más proclives, incluso que las mamás que se quedan en el hogar o los papás que trabajan, a sentir como si el tiempo del día no fuera suficiente.
Cuatro de cada 10 madres trabajadoras dijo que siempre siente estar corriendo, comparado con un cuarto de las personas de los otros dos grupos, según los datos recopilados por el Comité de Estadísticas de Empleo de Estados Unidos.
Un 62 por ciento de las mamás trabajadoras dijo que preferiría tener un empleo de media jornada. Sólo el 37 por ciento de las madres con empleo preferiría trabajar tiempo completo, comparado con el 79 por ciento de los padres trabajadores.
"Pero pese a estas presiones y conflictos, las mamás trabajadoras en general son más propensas que las que se quedan en la casa y que los papás que trabajan a decir que son felices con sus vidas", indicaron los investigadores en un comunicado.
El equipo señaló que el 36 por ciento de las madres trabajadoras era muy feliz con su vida, al igual que las mujeres que se quedaban en el hogar con los niños, mientras que las mamás solteras con hijos de menos de 18 años eran el grupo menos feliz.
Las mujeres que se quedan en sus casas evaluaron sus habilidades maternas con calificaciones más elevadas que sus pares trabajadoras: un 43 por ciento se dio puntajes de 9 ó 10, comparado con el 33 por ciento del segundo grupo.
La investigación reveló que las madres que permanecían en la casa solían ser jóvenes, hispanas o extranjeras y sólo el 21 por ciento de ellas era graduada universitaria.
Cuando se consultó a las participantes por qué no había más mujeres en posiciones jerárquicas, el 49 por ciento dijo que eran víctimas de la "antigua red machista".
Por su parte, los padres trabajadores están colaborando más en el hogar. Estudios previos muestran que pasan el doble de tiempo cuidando a sus hijos y haciendo tareas de la casa de lo que lo hacían en la década de 1960, aunque las madres siguen cargando con el mayor trabajo y la culpa.