Sidney.- La Sociedad Americano-Tongana instó a las tonganas a organizar una huelga de sexo para que se reconozcan sus derechos, después de que el Gobierno de Tonga rechazara ratificar la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, Cedaw.
El método de la huelga de sexo fue usado por primera vez hace algunos meses por las mujeres de Kenia, quienes hartas de la violencia civil, demandaron a sus esposos dirigentes que tomaran cartas en el asunto. Para ello, resolvieron negarles relaciones sexuales a sus parejas hasta que llegaran a un acuerdo entre los bandos políticos.
El director de la Sociedad, Sione Mokofisi, señaló que en la actualidad la mujer en el Reino de Tonga es un ciudadano de segunda que, entre otras cosas, no puede ser propietaria de la tierra. Este país está conformado por una serie de archipiélagos entre Australia y Nueva Zelanda.
Mokofisi, residente en Estados Unidos, señaló que esta situación "es inmoral” y afirmó que está mal que se niegue a una clase de ciudadanos los derechos que se reconocen a otra.”
Añadió que, aunque la huelga de sexo es una medida extrema, la mujer en Tonga no tiene muchas más opciones para mejorar su condición, porque carece de poder real.
El Congreso Nacional de la Mujer Tongana, celebrado en febrero, pidió una participación del 30 por ciento en el Legislativo y el Ejecutivo para la mujer, después de que el país solo haya tenido cuatro diputadas en las tres últimas décadas.
En 2008, el rey George Tupou V de Tonga anunció en vísperas de su coronación que iba a ceder gradualmente la mayoría de sus poderes, una promesa hecha con anterioridad por la Corona a una población empobrecida y que demanda reformas democráticas.
Tonga es la última monarquía feudal del Pacífico sur y tiene una población de 119.000 habitantes distribuidos en más de un centenar de islas que ocupan 718 kilómetros cuadrados de territorio.
