Esa debe ser la pregunta que le tienes que hacer a tu hijo al momento de proponerle que se convierta en un personaje de carne y hueso que puede descubrir grandes misterios.
La opción la encontrarás en dos libros geniales de editorial Usborne, que trae Oceáno y que se llaman singularmente:
"La guía del buen espía” y “La guía del detective” y que están ilustrados paso a paso con cientos de caricaturas.
Los dos libros son la mejor alternativa que tienen los niños para jugar en grupo, usar su ingenio, salir fuera de la casa y explorar el mundo.
En la guía del espía se les enseña a los niños cómo intercambiar mensajes; cómo definir códigos y señas; dónde y cómo dejar secretos ocultos y avisos también; poner señales de emergencia y el código morse o un alfabeto en clave.
Es tan entretenido este manual que le indica a los niños cómo pueden dejar mensajes usando hojas de árboles, es decir, les enseña a tomar una hoja y doblar su palito en determinada posición para que el otro espía entienda cuál es el siguiente mensaje entregado.
Mensaje en palito de fósforo: prenderlo para que se vea usado. Luego, con un lápiz, marcar puntos y rayas según un código preestablecido entre los espías y señalar mensajes. Dos puntos pueden ser peligro; una raya y un punto puede significar plan 1.
Lo mismo se puede hacer con una cuerda, donde según la cantidad de nudos que se le hagan se puede descifrar lo que el remitente quiere señalar.
En el libro del detective, las aventuras son igualmente interesantes e inteligentes. Se presenta una serie de soluciones para casos como el interrogatorio de testigos; la búsqueda de sospechosos; las pistas de los investigadores; la altera nocturna; tácticas de reconocimiento; alarmas antirrobo; dónde están las huellas; escolta a las grandes personalidades; cómo se registra una casa; recopilación de pruebas y mucho, mucho más.
Entre sus consejos, este manual señala
y a las que hay que poner atención como silbar; morder los anteojos, mascar chicle, tirarse una oreja, tocarse la barbilla, morderse las uñas y otros.
