Chicago. - La baja dosis de radiación de las mamografías y las radiografías aumentaría el riesgo de cáncer de mama en las mujeres jóvenes que ya presentan antecedentes familiares o susceptibilidad genética a la enfermedad, informaron el martes investigadores holandeses.
Los expertos manifestaron que las mujeres con riesgo elevado, especialmente las menores de 30 años, deberían considerar un método de control alternativo, como la resonancia magnética, que no implica la exposición a radiación.
"Nuestros hallazgos sugieren que la radiación de baja dosis incrementa el peligro de cáncer de mama entre esas mujeres jóvenes con alto riesgo y que se justifica un enfoque cuidadoso", dijo Marijke Jansen-van der Weide, del Centro Médico de la Universidad de Groningen, en Países Bajos.
"Recomendaría ser cuidadoso con la radiación antes de los 30 años y pensar alternativas", añadió durante una entrevista telefónica Jansen-van der Weide, quien presentó sus resultados en un encuentro de la Sociedad Radiológica de Norteamérica, en Chicago.
Para el estudio, la experta recopiló datos de seis estudios publicados que incluyeron a 12.000 mujeres con riesgo elevado provenientes de Europa y Estados Unidos.
El equipo halló que las 8.500 mujeres que habían estado expuestas a radiación por radiografías o mamografías antes de los 20 años o tenían cinco o más exposiciones eran 2,5 veces más propensas a desarrollar cáncer mamario que otras pacientes con gran riesgo que no habían sido expuestas a rayos X.
Más confusión
Los resultados se aplican sólo a las mujeres en alto riesgo, y no a las pacientes con peligro promedio de desarrollar cáncer de pecho, pero generarían más confusión a las estadounidenses sobre los riesgos y beneficios del control mamográfico, que han estado en debate en el último tiempo.
Robert Smith, director de control oncológico de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, dijo que el estudio de Jansen-van der Weide es un área de investigación importante.
"Sabemos que el tejido mamario es susceptible a los efectos dañinos de la radiación cuando las mujeres son jóvenes y que el riesgo disminuye a medida que las mujeres crecen", señaló Smith.
Pero el experto añadió que ningún estudio individual demostró que las mamografías aumenten el riesgo de cáncer de mama en las mujeres con riesgo promedio o alto de padecer la enfermedad. Las estimaciones sobre cuánto incrementaría el riesgo someterse a una mamografía varían ampliamente.
"Por ahora, una conclusión inevitable es que los beneficios de la detección temprana del cáncer de pecho en las mujeres con alto riesgo superan la baja posibilidad de que desarrollen un cáncer de mama inducido por la radiación", manifestó Smith.
Jansen-van der Weide indicó que los resultados se basaron en una muestra pequeña, pero que cuando los datos de los estudios fueron recopilados alcanzaron importancia estadística.
La investigadora manifestó que se requieren más estudios para llegar a una estimación más precisa del efecto, aunque añadió: "Creo que estos resultados también dicen que algo está pasando".
La Sociedad Estadounidense del Cáncer y otros grupos recomiendan que las mujeres en alto riesgo de desarrollar cáncer de pecho -ya sea por tener una mutación genética susceptible o antecedentes familiares- deberían controlarse a través de resonancia magnética y mamografía desde los 30 años.
Pese a que las resonancias son más sensibles que las mamografías, también son más proclives a arrojar resultados falsos positivos.