EMOLTV

Desde la vereda opuesta a las estrellas artificiales

La directora de la Escuela Moderna de Música asegura que hoy, en Chile, se puede hacer carrera profesional en la música, pero el camino implica esfuerzo y rigor en el trabajo. Critica la moda de crear talentos que caerán muy rápido.

18 de Febrero de 2010 | 10:20 |
imagen
De una casona de adobe en calle Pío X a un edificio de varios pisos, de vidrio, en Vitacura. De clases de música clásica a música popular, teatro y danza. Así, de forma radical, ha cambiado la historia de la Escuela Moderna de Música, hoy convertida en instituto profesional desde 1989.

Sin embargo, su misión sigue siendo la misma; descubrir talentos entre los jóvenes que, hoy, más que nunca, están dispuestos a dar su vida por una pasión que hace no muy pocos años asumían sólo como hobby.

La pianista Vivien Wurman, directora de la Escuela, sabe de estos giros. Sabe de jóvenes que llegan acompañados de sus padres a inscribirse en la carrera profesional de guitarra eléctrica, después de intentar otras carreras de corte más tradicional y de haber vencido la resistencia de sus progenitores.

“He conocido papás que llegan aquí con el hijo, después de haberle tenido que tratar una depresión terrible con psiquiatra, porque arquitectura o lo que fuera no era lo que quería, si no que guitarra”, cuenta.

-¿Qué ha cambiado en Chile como para que los jóvenes vean, hoy, un futuro profesional en la música?
“Nosotros somos una escuela de 70 años y asumimos que debíamos trabajar por que la música popular tuviera el lugar que le corresponde y de ahí que, con el mismo rigor y estructura de la música clásica, empezamos a impartir estas carreras (teclado, bajo eléctrico, batería y otras).
“Y cuando empiezas a formar, empiezas a subir el nivel y eso hace que la gente muestre interés. Cuando la creación tiene mejor nivel, se pone mayor atención en ello”.

-Pero ¿los jóvenes se muestran más jugados por su vocación?
“Sí, creo que la sociedad ha cambiado en los últimos 20 años sobre valoración de carreras que antes no se consideraban serias. No, si quieres ser músico, toca un ratito, pero estudia derecho o ingeniería, se decía. Pero cuando empiezas a hacer las cosas en serio y a formar bien, el resultado es bueno y te permite vivir de la música.
“Los jóvenes que estudian arte, en general, le han podido demostrar a sus padres que sí se puede vivir de la música y si esa es su vocación, se la juegan.
“Hoy, ¿quién puede decir que tiene asegurado el futuro a partir de la carrera que eligió?, entonces, de alguna manera la visión ha cambiado y se impone que uno busca ser feliz en la vida y no sólo un trabajo para ganarse la vida”.

-En este escenario, ¿inevitable es saber si Chile es país de talentos?
“Creo que en Chile hay muchísimos talentos, y hay muchísimos que no tienen acceso, desgraciadamente, a una educación formal. Nosotros hacemos un trabajo de búsqueda en sectores sociales que no tienen acceso y de verdad, hay mucho. No sólo nosotros, sino que las Orquestas Juveniles lo han demostrado.
“Si uno toma uno de esos chicos y le da la posibilidad de desarrollarse, el impacto es para todo su entorno. El efecto multiplicador es gigantesco, pero desgraciadamente, hay poco acceso; hay más que antes, pero falta muchísimo”.

-¿Como en todas las artes, los talentos que deslumbran son pocos?
“Son pocos, pero creo que hay un tema con esa palabra, con deslumbrar.
“Me preocupa esto, porque en este medio, se está malentendiendo el término deslumbrar y creo que en eso tiene gran responsabilidad la televisión. Todo el asunto del rating hace que se construya artificialmente un talento, entre comillas, que no lo es o, a veces, se destruya un talento que sí lo es. Todo por la expectativa de ser una estrellita de un día para otro, sin un esfuerzo, un trabajo serio, un rigor y una dedicación.
“Se piensa que porque se está en televisión y se arma todo un show atrás, ya lo hicieron todo en la vida. Nosotros hemos becado a chicos que han participado en estos programas estelares y hemos tenido muy poco éxito, porque están tan deslumbrados que sienten que no tienen por qué esforzarse”.

Vivien Wurman se hace cargo de muchos cantantes que creen que porque han vendido una buena cantidad de discos tienen la carrera asegurada, cuando no se dan cuenta que pasará la moda y sin formación, no se van a desarrollar. “Llegaron a su techo y ahí quedan”, explica.

“Esto no es farándula, afirma , y los que lo logran entender, llegan lejos. Y es penoso esto, porque hay gente que es talentosa”.

-En el mundo clásico, ¿no hay espacio para que sobrevivan los más destacados?¿ Un Bravo, un Perl, una Teave?
“Hay muchísimos talentos en el área clásica, pero tienen muy pocas posibilidades de desarrollo en Chile y por lo general, terminan yéndose. Y esto no pasa sólo acá, porque es un hecho que hay menos público para la música clásica.
“En Chile hay muy pocas orquestas y si estudias violín, muchos años, con mucho esfuerzo, después no tienes opciones de trabajo. Y si pensamos que además las orquestas están sólo en las ciudades grandes, las posibilidades son limitadas. Habría que tener orquestas en cada ciudad, no en cada región”.

-¿Ves alguna política destinada a superar esto?
“Creo que se está haciendo conciencia; hay algunas propuestas en el Consejo de la Cultura para la formación de orquestas y compañías de danza y ballet, pero se requieren recursos, se necesitan teatros. Se ha avanzado y ha habido inversión como la compra de pianos, pero hay mucho todavía por hacer.
“Un músico clásico no se hace en un par de años, por lo que no se puede dejar de formarlos y hay que darles la posibilidad de que tengan trabajo”.

-¿Quién no es talento exportable, termina abandonando?
“Diría que dedicándose a otra cosa y dejando la música como su placer privado. Y por eso le damos mucha importancia a la formación de buenos aficionados de la música, así como a la formación de público, que es fundamental.
“Estamos convencidos y la experiencia nos ha dado la razón de que la música desarrolla habilidades impresionantes en una persona y que aunque se dedique a otra profesión, tener una formación artística abre muchas oportunidades en varios campos. Es un complemento extraordinario”.

-Pero ¿esto sigue siendo un camino titánico?
“Esto siempre ha sido titánico y siempre va a ser, pero no por eso es imposible. No hay que descorazonarse, no hay que frustrarse. Yo doy todos los días la pelea, se puede; de hecho, en Chile se ha desarrollado mucho más la composición, los arregladores... se está haciendo conciencia de tener música en vivo en los espacios públicos porque eso es un plus y valoriza los lugares. Aunque cuesta que se valore, se están abriendo espacios”.


EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?