1 tarro de leche condensada; un tercio taza de jugo de limón; 500 gramos de frutillas frescas; una cucharadita de esencia de vainilla; 125 gramos de queso Philadelphia a temperatura ambiente; 1 taza de crema; hojas de menta fresca para decorar.
Lavar las frutillas y partirlas por la mitad.
En la procesadora de alimentos mezclar la leche condensada con el jugo de limón hasta que espese. Reservar unas doce frutillas para la decoración y añadir el resto a la procesadora junto a la leche condensada y limón. Añadir también el queso Philadelphia y la esencia de vainilla.
Batir la crema e incorporar a lo anterior. Verter la crema de frutillas en vasitos individuales y refrigerar hasta servir. Decorar con hojitas de menta fresca y las frutillas reservadas.