"Estoy a dieta" o "empecé a hacer ejercicio" se convierten en frases comunes de escuchar en todas partes, al tiempo que los gimnasios casi no dan abasto para acoger a las decenas de improvisados deportistas que buscan mejorar su imagen antes de que lleguen las ansiadas vacaciones.
Los esfuerzos se extienden por lo menos durante tres meses y generalmente concluyen en diciembre, con la satisfacción de haber logrado el objetivo... o por lo menos haberse acercado a él. Pero, ¿qué pasa después?
La respuesta no es un misterio: la playa, el campo, el lago o sea cuál sea el lugar elegido para las vacaciones, rápidamente hacen olvidar los días en que se sudó "la gota gorda". Así, poco a poco los kilos se comienzan a recuperar y los músculos vuelven a ponerse flácidos.
Para evitar que esto ocurra, Cecilia Sepúlveda, profesora del gimnasio “Curves”, el cual se enfoca en el acondicionamiento físico femenino, nos diseñó una rutina de ejercicios que se pueden realizar durante la temporada de descanso. Su objetivo -explica- es hacer trabajar el corazón y evitar que los músculos se suelten de golpe.
1.- Calentamiento: Si se dispone de una bicicleta estática, lo ideal es subirse a ella por entre 15 y 20 minutos. Si no es así, puede realizarse una caminata a un ritmo “fuerte” por el mismo período de tiempo. Sepúlveda también aconseja subir y bajar varias veces una escalera, pero no en toda su extensión, sino que sólo entre tres y cinco peldaños.
2.- Elongación
3.- Muslos y glúteos: El ejercicio indicado son las sentadillas. Para realizarlas correctamente hay que pararse con la columna derecha, los glúteos levemente inclinados hacia atrás y los pies separados por unos 10 centímetros entre uno y otro. Posteriormente, se hace el mismo movimiento de sentarse. La profesora de "Curves" sugiere poner una silla por detrás y pararse al momento de sentirla. Se deben hacer tres series de 10 repeticiones, con un intervalo de descanso de entre 10 y 15 segundos entre cada una.
4.- Cintura: Pararse con las piernas separadas y semiflectadas. Extender ambos brazos hacia los costados, e inclinarse alternadamente a un lado y al otro, siempre volviendo al centro. También hacer tres series de 10 repeticiones, con un intervalo de descanso de entre 10 y 15 segundos entre cada una.
5.- Brazos y pectorales: Tomar la misma posición del ejercicio anterior y con los brazos extendidos hacer pequeños círculos, primero hacia atrás y luego hacia adelante. Otra alternativa es aplaudir por detrás de la espalda. También hacer tres series de 10 repeticiones, con un intervalo de descanso de entre 10 y 15 segundos entre cada una.
6.- Abdominales: Acostarse en el suelo con las piernas flectadas y las manos detrás de la nuca. Levantar levemente los hombros con los ojos mirando hacia arriba y, al mismo tiempo, contraer los glúteos. Mantener esa posición durante 10 tiempos y relajar. También hacer tres series de 10 repeticiones, con un intervalo de descanso de entre 10 y 15 segundos entre cada una.
Según Cecilia Sepúlveda, seguir esta rutina es suficiente para mantener la tonicidad del cuerpo durante el verano y, de paso, no echar a la basura meses de entrenamiento. Se trata de ejercicios básicos, para los cuales no se necesita supervisión, ya que si se realizan de manera correcta, no deberían ser causantes de ningún tipo de lesión. Ahora sólo falta animarse.
No olvidar la alimentación |
Para que la rigurosa dieta seguida durante los meses previos al verano tampoco quede en nada, es importante preocuparse y no caer -demasiado- en la tentación de helados, cuchuflíes, kuchenes, etc. La nutricionista Claudia Crisóstomo recomienda ingerir entre cuatro y cinco comidas al día, y beber dos litros de agua diarios. "Debemos tener una alimentación balanceada, esto significa ingerir todos los alimentos necesarios para estar sanos y bien nutridos pero de forma equilibrada", sostiene la especialista. Por esta razón, la dieta veraniega debe incluir productos de los diferentes grupos de la pirámide alimentaria, como carbohidratos, grasas, proteínas, vitaminas y minerales. Respecto a las frutas y verduras, Crisóstomo recuerda que éstas entregan un aporte importante de micronutrientes, los cuales desempeñan una función esencial en la formación de tejidos y hormonas, fortalecen la estructura ósea y participan en el control de las reacciones químicas que se producen en el cuerpo. |