Las morenas quieren ser rubias, las crespas aman el pelo liso y quienes tienen el pelo largo desean tenerlo corto. O viceversa. Es una realidad: la mayoría de las mujeres nunca está completamente conforme con su look y la idea de cambiarlo siempre está dando vueltas por su cabeza.
El problema es que llegar a concretarlo casi siempre se transforma en un camino cuesta arriba y son pocas las que finalmente se deciden por hacerlo. Algunas, las más osadas, simplemente van a la peluquería, cierran sus ojos y confían sin dudar en las manos de su estilista. Otras piden consejos y un tercer tipo llega con una idea preconcebida de lo que quiere para su cabello.
Sin embargo, el proceso no es tan simple, ya que existen diversos factores que deben tenerse en cuenta para que el resultado final sea exitoso y la clienta quede satisfecha con su nuevo look.
El primero de todos es la forma del rostro. Según explica Duilio Maure, de la peluquería Mauricio Jiranek, hay mujeres que tienen sus facciones más redondeadas, otras más angulosas, algunas en forma de pera, etc. En esos casos el desafío de los estilistas es encontrar la manera de que el rostro quede con forma ovalada, porque -asegura- “ése es el ideal y puede usar cualquier tipo de corte”.
Así, por ejemplo, si la cara es redondeada, la solución a juicio de Maure es dar más volumen arriba para que se vea más alargada. Si, por el contrario, los ángulos están muy marcados, se puede hacer un desflecado en los costados para suavizarlos.
También es importante considerar el largo del cuello. En este sentido, Patricio Araya opina que si se opta por un corte demasiado largo y el cuello no acompaña, “el resultado no es óptimo”. El estilista agrega que la textura del cabello también influye, ya que puede hacer que un corte simplemente no funcione para determinada persona.
Otra variable a tener en cuenta es la contextura de la mujer. “No puede tener demasiado pelo y ser flaquita o ser más robusta y tener poquito. Siempre hay que buscar el equilibrio”, sostiene Duilio Maure.
Por último, está el asunto de la edad, tema en el que Araya tiene las cosas claras: “Para las mujeres mayores de 40, el largo máximo es hasta los hombros; las jovencitas pueden usar el largo de pelo que quieran”, afirma.
Duilio Maure es más flexible y señala que las mujeres de mayor edad pueden tener el cabello largo siempre y cuando se vean bien, delicadas y con equilibrio. “Pueden usarlo a lo mejor no como una joven de 15, pero sí hasta la mitad de la espalda o un poquito más abajo de los hombros”, explica.
Las reglas de oro
Dejando atrás las generalidades, los estilistas igual aplican ciertas reglas a la hora de cortar el cabello. Aquí están algunas:
Pelo largo: Según Maure, deben usarlo las mujeres altas y delgadas. A las bajitas, en cambio, no les conviene, porque se ven de menor estatura. Un claro ejemplo de ello, afirma el estilista, es la actriz Wynona Ryder, quien por lo general usa cortes que nunca le llegan más abajo de los hombros. “Es porque se ve más estilizada”, explica. “El pelo más largo la hace ver más baja, no se ve bien, no se ve equilibrado”, agrega.
A las mujeres más “rellenitas”, en tanto, tampoco les queda el pelo largo, sobre todo si lo usan “aplastado”, ya que así su cuerpo resalta más. “Hay que darles volumen”, aconseja Maure.
Pelo corto: Patricio Araya cree que este tipo de corte le queda a todas las mujeres, sin importar la edad y siempre que usen la tendencia del momento. Sin embargo, hace una excepción: quienes tienen facciones muy marcadas deberían evitarlo, ya que tienden a verse demasiado masculinas.
Por su parte, Duilio Maure agrega que las mujeres muy robustas no deberían cortarse demasiado el pelo, a diferencia de las que son más “finitas” que “tienen la suerte de poder hacerlo”.
Chasquillas o flequillos: Son “como la frutilla del postre”, asegura Maure. “Puedes tener un corte excelente, haces la chasquilla mal y lo mataste”, añade. Esto, debido a que -como explica Patricio Araya-, aunque todas las mujeres pueden usarlas, antes es necesario estudiar el rostro y considerar las tendencias predominantes.
De esta manera, el estilista sugiere a las mujeres que tienen facciones más redondeadas, usar un flequillo ralo o transparente. “Recto no les conviene mucho, porque acentuará más la forma de su cara”, añade Duilio Maure. En el caso de quienes tienen el rostro más alargado, la chasquilla puede ser más espesa, y si es ovalado o triangular, debe extenderse hacia las patillas.
¿Y si el tamaño de la frente no es el adecuado? El estilista de la peluquería Mauricio Jiranek descarta que eso sea un impedimento. “Se pueden inventar chasquillas sacando pelo de más atrás (...) Así se puede dar la apariencia de que la persona tiene más frente”, propone.
En todo caso, las normas para usar un corte u otro no son absolutas y siempre es posible que haya mujeres que aunque no las sigan, lleven uno que les quede bien y con el que se sientan cómodas. “No importa, úsalo igual”, concluye Duilio Maure.