NUEVA YORK.- Desde el devastador terremoto del 12 de enero de 2010, las mujeres y niñas obligadas a vivir en campamentos de refugiados han sufrido una "epidemia de violencia sexual" ante la indiferencia de las autoridades locales e internacionales, denunciaron hoy organizaciones que trabajan en el país caribeño.
"Un año después del devastador terremoto, el gobierno de Haití, Naciones Unidas y la comunidad internacional han fracasado a la hora de responder de forma efectiva a la violencia de género contra las mujeres y niñas haitianas que viven en la descontrolada red de campamentos para personas internamente desplazadas que inundan Puerto Príncipe", afirma el informe.
El reporte, compilado por las organizaciones Instituto para la Justicia y la Democracia en Haití (IJDH), la Oficina de Abogados Internacionales de Puerto Príncipe (BAI), la ONG para mujeres MADRE y la Clínica Internacional de Derechos Humanos de las Mujeres de la Universidad de Nueva York, es consistente con otros publicados en los pasados días con vistas al primer aniversario del terremoto que se cumple este miércoles.
La semana pasada, Amnistía Internacional (AI) también denunció el "riesgo cada vez mayor" de violencia sexual que sufren las mujeres haitianas en los campamentos.
Según AI, tan sólo en los primeros 150 días tras el sismo se denunciaron más de 250 casos de violación, mientras que un año más tarde "siguen llegando casi todos los días supervivientes de violación" a las oficinas de uno de los grupos locales de mujeres de la capital haitiana, subrayó.
En el nuevo informe "Nuestros cuerpos siguen temblando: Las mujeres haitianas continúan luchando contra la violación", que fue presentado hoy en Estados Unidos, las ONGs denunciantes coinciden en destacar que "los incidentes de violaciones siguen creciendo".
"Las deteriorantes condiciones en los campamentos, un mortífero brote de cólera, una gran agitación política y la persistente impunidad para las violaciones han aumentado la inseguridad y el riesgo de violencia sexual para las mujeres", destaca el reporte.
"No hay un final a la vista para las peligrosas condiciones en que viven las mujeres y niñas haitianas", alerta.
"Lamentablemente, la única diferencia entre hace seis meses y hoy en día es que la violencia sexual en los campos de desplazados empieza ahora a ser reconocida como un problema, pero todavía no se ha hecho mucho", dijo la coautora del informe y miembro de la organización MADRE, Lisa Davis.
"Es hora de que la comunidad internacional se una a las mujeres (haitianas en el terreno) para encontrar una solución a la crisis de los derechos de las mujeres en Haití", reclamó.
"La comunidad internacional ha fracasado ampliamente en hacer su parte pese a sus grandes recursos. Llamamos a todos los actores en Haití a trabajar juntos para poner fin a la violencia de género en el país", dijo por su parte Annie Gell, responsable del proyecto de Prevención de Violaciones de BAI, una organización de abogados en Puerto Príncipe que registra denuncias de agresiones sexuales así como de desalojos forzados de los campamentos.
De hecho, BAI y la IJDH fueron dos de las ONGs que a finales del año pasado presentaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA el caso del creciente número de agresiones sexuales.
En una primera reacción de un órgano internacional a este problema, la CIDH emitió varias recomendaciones para el gobierno haitiano, al que le solicitó la "investigación" de las denuncias y el establecimiento de medidas preventivas como aumentar las fuerzas de seguridad en los campamentos, mejorar la iluminación en zonas como las letrinas -uno de los lugares donde más agresiones se registran- y proporcionar asistencia médica a las víctimas, entre otros.
La respuesta de la CIDH fue saludada hoy por las ONGs denunciantes, que manifestaron su esperanza de que "sirva de recordatorio a la comunidad internacional acerca de que todavía queda mucho por hacer para proteger y asistir a las poblaciones más vulnerables de Haití".