El Mercurio
Es un monosílabo, es un adverbio, pero muchas veces cuesta pronunciarlo. El diccionario lo define así: una negación utilizada para expresar disidencia, negación o rechazo como respuesta a una pregunta o solicitud. Entonces, ¿por qué es tan difícil decirle no a la amiga que te pide prestada tu polera nueva que todavía no te has puesto? ¿Por qué prefieres cancelar un compromiso antes de decirle no a tu jefe?
¿Te ha pasado que dices sí a todo lo que te gustaría decir no? En culturas milenarias como la japonesa, decir no de manera tajante es visto de mal gusto por lo que existen frases predeterminadas para rechazar una invitación. En esta parte del mundo, las cosas no son del todo diferentes. "Tiene mucho que ver con la cultura. A los chilenos también les cuesta decir no", dice el psicólogo Salomón Magendzo.
Más allá del lugar donde naciste y creciste, todas las personas se han encontrado en situaciones donde resulta complicado negar una propuesta o una invitación. Magendzo enfatiza que todo depende del tipo de relación que tenemos con la persona. "Cuando el otro individuo representa una imagen de poder, decir que no resulta muy difícil porque se ponen en juego muchas cosas. Por ejemplo, un puesto de trabajo, una relación afectiva o problemas de dinero", dice.
Según la psicóloga estadounidense Linda D. Tillman, existen varios tipos de "no": el "no" poco asertivo, el "no" agresivo y el "no" asertivo. El "no" poco asertivo es cuando lo acompañamos con una excusa débil. Esto ocurre cuando una persona carece de confianza, y siente la necesidad de fundamentar el "no" para convencer al otro.
El "no" agresivo suele ser pronunciado con desprecio. A veces, decir "no" de manera agresiva puede terminar siendo insultante. "Hay personas que dicen que no, pero ellos sienten que están actuando de manera agresiva. Por la personalidad de la persona, no sabe cómo manejar este tipo de situaciones. En estos casos, hay que trabajar el tema de la agresión", añade Magendzo.
El "no" asertivo es directo y sencillo. Tan fácil como decir: "No voy a poder ayudarte". En caso que la persona sienta la necesidad de dar una explicación, no debería ser muy elaborada. Se podría decir: "No te podré ayudar porque ya tengo otro compromiso ese día".
El problema de decir "sí" todo el tiempo es que quedas bien con la otra persona, pero disconforme contigo misma. "La persona se siente diminuida, rebajada, porque no está haciendo lo que realmente quiere. Como existe una relación de desequilibrio en cuanto al poder, no hay cómo evitarlo al menos que se quiera correr algún riesgo", agrega el psicólogo Salomón Magendzo.
Algunos tips de la psicóloga Linda D. Tillman para decir no:
- Cuando alguien te haga una solicitud, pide tiempo para pensarlo.
- Utiliza el lenguaje no verbal para recalcar tu respuesta. Mueve la cabeza para que se entienda que estás diciendo “no”.
- Asegúrate que tu voz sea firme y directa. Mira directamente a los ojos de la persona y di "no".
- Recuerda que decir "no" es una respuesta válida. Si te incómoda decir sí, rechazar una solicitud es una respuesta auténtica.
- Comienza tu oración con la palabra “no”. Es más fácil que mantengas convicción en tu respuesta si lo primero que sale de tu boca es la palabra "no".
La próxima vez que te invite a cenar un hombre que no te atrae, no le aceptes la invitación y no te sientas mal.