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Las recomendaciones de la Clínica Mayo para hacer ejercicio

24 de Enero de 2011 | 13:41 | Emol

Eres de las personas que tiene alguna excusa para no hacer ejercicio, léase, no tengo tiempo para ello o no tengo sobrepeso, por lo tanto no lo necesito.


Bueno, la Clínica Mayo considera que perteneces al grupo de personas que tiene que cambiar de actitud y asumir que el ejercicio es necesario para tener una mejor vejez y no necesariamente para superar esos kilos demás.


Asimismo, este centro especializado tiene claro que para las personas que no disfrutan del ejercicio es necesario trabajar sobre su motivación de modo que pueda conseguir sus objetivos a corto y largo plazo.


Por lo mismo, hace una serie de recomendaciones que sería bueno tener en cuenta y que se encuentran en un amplio y completísimo libro titulado "Acondicionamiento físico para todos".


 • Empezar lentamente: el error más común es iniciar un programa de acondicionamiento a gran intensidad y progresar con demasiada rapidez. En un cuerpo no acostumbrado al ejercicio, las articulaciones y ligamentos son vulnerables a lesiones. Es mejor progresar lentamente.


 • Establecer un compromiso: se requieren alrededor de tres meses para desarrollar hábitos saludables. Si podemos cumplir fielmente el programa de acondicionamiento durante ese tiempo, es probable que podamos permanecer por mucho tiempo.


 • Aceptar cierta ambivalencia: todo aquel que adopta un cambio mayor en el estilo de vida, a veces percibe cierta ambivalencia. Aun gente comprometida con el ejercicio regular pasa por días en que prefiere permanecer en cama en vez de levantarse a entrenar.


Ampliar la definición de actividad física: actividad física no significan 40 minutos en el gimnasio; actividades de la vida diaria como pasear al perro o subir escaleras o bailar también lo son.


Elegir actividades placenteras: aburrimiento es una de las principales razones para interrumpir el ejercicio. Si uno se siente simplemente arrastrado al gimnasio o caminando sin interés en una caminadora, fracasará. Una opción es ir a un club en forma transitoria a hacer diversas actividades.


Elegir actividades apropiadas a nuestro estilo de vida: ¿te gusta ele ejercicio en aislamiento o en grupo? Si preferimos la soledad, trotar es una buena opción. Si nos gusta estar con gente practicar alguna actividad como fútbol, baile o yoga.


Aprender disciplina: para lograr un cambio permanente debemos disciplinar de manera consciente a los músculos e intentar pequeños pasos.


Planear el ejercicio: reservar todos los días un espacio de tiempo para la actividad física y protegerlo; es como programar una cita con el médico.


Evitar la idea del todo o nada: si no hay tiempo para correr 6 kilómetros, encontrarlo para caminar 30 minutos.


Recordar lo bien que nos sentimos: cuando la voluntad flaquea o venimos arrastrando los pies, traer a la mente los recuerdos de los satisfactorio que resulta estar mejor.


Saborear la transformación: con los días, los cambios se producirán y se encontrará placentero realizar actividad física. Nada mejor que disfrutar de ello.


Paciencia y flexibilidad: si no podemos efectuar la rutina habitual por alguna enfermedad o lesión, adaptar el programa de ejercicio.


 • Llevar un libro de ejercicios: una suerte de diario de vida donde se puedan registrar los avances.


Apoyar los esfuerzos con palabras e imágenes: utilizar la mente para eliminar los pensamientos negativos y usar las imágenes para reforzarnos y superar los obstáculos.


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