Las magras condiciones laborales de las mujeres campesinas latinoamericanas, con el menor acceso al mercado de trabajo en el mundo, mantienen a millones de hogares en el hambre, denunció la FAO.
Chile y Honduras son algunos de los países donde menos mujeres del campo acceden a ocupaciones rurales, mientras que el Perú y Brasil representan a las naciones con más avances, agregó la entidad.
El hecho de que sólo un 20 por ciento de las mujeres rurales trabaje coincide además con un aumento de los hogares con jefatura femenina en la región, reseñó FAO.
"Son condiciones que preocupan", dijo el representante regional para América Latina de la Organización para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas (FAO), Alan Bojanic.
Las mayores asimetrías entre hombres y mujeres rurales están en la tenencia de la tierra, el acceso a los mercados y la educación, agregó Gustavo Anríquez, analista de la División de Género de FAO.
"Todo ello redunda en menores rendimientos de los cultivos y una mayor pobreza", sostuvo el experto al presentar la sección latinoamericana del Informe Mundial de la Agricultura de FAO.
A nivel mundial, FAO estimó que un mayor ingreso de las mujeres al mercado laboral sacaría del hambre hasta a 150 millones de personas, elevando entre 2,5 y 4,0 por ciento la producción agrícola.
No obstante, un hecho clave es que las mujeres están logrando empleos importantes en los sectores agroindustriales, representando hasta un 90 por ciento de los ocupados, como ocurre en México.
En Chile, Colombia y República Dominicana esa proporción oscila entre 40 y 60 por ciento, añadió Ana Paula de la O Campos, analista también de la División de Género de FAO.
Sobre lo mismo, subrayó la necesidad de impulsar políticas a favor de una mayor inclusión de las mujeres campesinas, en los mercados, el trabajo y el diseño de planes y políticas.