La cocina es un arte. Una expresión de sentidos y un mensaje de amor, porque cuando una comida está preparada sin esa preocupación se nota y es, simplemente, mala.
“Es un juego sensual estimula el placer. En la cocina juegas con los sabores, aromas y texturas y el sexo tiene esos componentes y es fácil trasladar este mismo juego a la cama”, revela el chef Pepe Acevedo, quien imparte clases de cocina vegetariana los días miércoles en el restaurant El Huerto.
“Si dos personas están cocinando juntas alcanzan una comunicación tal, que se convierte en una especia de baile, en una danza que integra a las dos personas y las dejas hablando lo mismo. Esto tiene que ver con el amor… te puedes enamorar más de tu pareja, al contemplar cómo hace las cosas o bien, te desenamoras porque en la cocina te ves tal como eres realmente y si eres neurótico y lo has ocultado va a salir y los vas a ver”, advierte el chef.
Y es que aprender a cocinar juntos parece ser la mejor terapia de pareja porque te saca de la rutina diaria, te coloca en una ambiente distinto y frente a un desafío que se debe revolver de a dos.
En el Taller de Sushi&Vino que dicta Yumi Yonekura (yumiyonekura@hotmail.es- 315 49 88 - 09 500 39 01) los días sábado en la tarde en Peñalolén, las parejas que asisten se ven enfrentadas a una cocina particular.
“Se produce una unión inmediata entre ellos porque es algo completamente distinto y desconocido para ambos. No hay competencia sino una complicidad instintiva para enfrentar el desafío de aprender a hacer sushi.”, comenta la especialista en comida tradicional japonesa.
Lo entretenido, agrega, es que el ambiente es relajado. “Se cocina con una copa de vino al lado y la pareja se va cuidando mutuamente y apoyando para hacerlo bien, se aconsejan, se colaboran y se siente muy gratificados al final del taller”, detalla.
La cocina centro del hogar
Sin duda el lugar más calientito de la casa es la cocina. El lugar donde más se comparte, la cocina y el mejor panorama en pareja, disfrutar de una rica cena. Por eso es que los sicólogos especialistas en terapias de pareja, recomiendan hacer este tipo de actividades que estimulan la creatividad y la diversión en comunión.
“La cocina simboliza la llama, el fuego del amor, es el lugar más acogedor y siempre ha sido el centro de la vida hogareña”, destaca el chef , quien explica esta relación con mitología romana.
“La diosa Vesta, era la diosa del hogar, venerada en un ámbito doméstico como una divinidad casera, y era asociada con las llamas del fuego. Su equivalente griega, Hestia representa el arte de mantener el fuego del hogar y del templo interno, entonces desde ahí viene esta analogía”.
Tomar una clase o un taller de cocina reforzará los lazos de la relación, porque ejercitará la comunicación no verbal y el lenguaje de los sentidos. “Es como un ensayo. Una pareja que cocina juntos, tiene más posibilidades de conocerse… el plato final puede ser el producto de la relación, cocinamos bien es porque nos llevamos bien y sino resulta, es porque algo está fallando”, sentencia Pepe Acevedo.
Ahora si la excusa es no querer salir de la casa por cansancio y modorra. La alternativa son las clases particulares a domicilio que realiza la chef Samara Zedan (www.cocinadeclase.cl). Una alternativa ideal para reunir a un grupo de amigos y aprender técnicas de cocina internacional, donde se elaborarán platos más sofisticados pero con ingredientes de fácil acceso o acompañamientos distintos. También ofrece clases de repostería, cocina de árabe y tiene un programa para niños.