NUEVA YORK. - Limitar la cantidad de embriones implantados en el útero femenino durante una fertilización in vitro (FIV) podría reducir el número de muertes de recién nacidos, prevenir casos de daño ocular y cerebral severo, y disminuir el tiempo que los bebés pasan en el hospital, indicó un estudio canadiense.
En el caso de Canadá, esto prevendría hasta 40 muertes de recién nacidos en el país cada año, y disminuiría en 42.000 días el tiempo que los bebés pasan en unidades de cuidado intensivo anualmente, señalaron investigadores de la University of Montreal dirigidos por Keith Barrington.
Los resultados reflejan la reducción potencial en la cantidad de mellizos y trillizos prematuros, que corren más riesgo de complicaciones de salud, que ocurrirían al establecer una política de uso de un embrión por cada intento de embarazo con FIV, señaló el equipo en Journal of Pediatrics.
"Si uno por casualidad tiene un bebé prematuro y tienen la mala suerte de que el bebé sufra complicaciones, eso es una cosa", dijo Barrington a Reuters Health. "Pero realizar un procedimiento que aumenta la posibilidad de que eso pase es algo que debería cambiarse", agregó.
Durante la FIV, los óvulos son fecundados por espermatozoides fuera del cuerpo y luego implantados en el útero materno. Se cree que transferir más de un embrión aumenta las posibilidades de una mujer de quedar embarazada, pero también eleva las probabilidades de nacimiento múltiple.
Tanto Canadá como Estados Unidos, entre muchos otros países, permiten actualmente el implante de múltiples embriones en cada ciclo de FIV. En el 2005, el 29 por ciento de los embarazos en Canadá fueron mellizos y alrededor del 1 por ciento fueron trillizos, lo que genera un mayor riesgo de nacimiento prematuro, reveló el informe.
Sin los tratamientos de fertilidad, la tasa de mellizos es de alrededor del 1 por ciento, mientras que sólo nacen trillizos en uno de cada 8.100 partos, según la entidad Multiple Births Canada.
El estudio indicó que si se limitara la FIV a un embrión por cada intento de embarazo, habría apenas tres pares de mellizos por cada 100 nacimientos, y ningún parto de trillizos. Esta caída en los nacimientos múltiples reduciría drásticamente la tasa de partos prematuros y las complicaciones que suelen provocar.
Barrington indicó que la FIV de múltiples embriones es demasiado riesgosa para seguir sin restricciones, pero añadió que lo mejor es ser selectivos sobre quiénes deberían recibir más de un embrión para tener posibilidades de quedar embarazadas.