“Se ha creado un mito alrededor de la leche de que es necesaria y que hay que consumirla”, comenta la vocera de “EligeVeganismo”, Isabel Collao. Ella y su grupo -formado por cerca de 40 personas en el país- acaban de lanzar la campaña
“Yo no tomo leche”, que pretende difundir no solo el sufrimiento animal en la elaboración de productos lácteos, sino que este alimento sería malo para el ser humano.
“Queremos mostrar que existimos personas que no consumimos lácteos, que nos informamos respecto a la nutrición, y que suplimos perfectamente el calcio u otros nutrientes que se suele creer que son únicos de la leche. Pero lo cierto es que hay millones de personas veganas alrededor del mundo que no consumen lácteos y que están en perfecto estado de salud”, comenta Collao, quien no deja de subrayar la angustia que sentiría el animal protagonista de la producción lechera: la vaca.
De hecho, explica que para mantener la demanda de leche, estos animales son separados de sus crías para así aprovechar la leche que tenían destinada a éstos. “Entonces, es un poco absurdo decir que somos una especie que necesita esta leche que es para un ternero, y que es un animal que duplica su peso en 47 días y que llega a pesar arriba de 300 kilos”, cuenta. Por otro lado, menciona la posibilidad de reemplazar con alimentos que no provienen de animales, la necesidad del ser humano por el calcio, y así evitar enfermedades como la osteoporosis y, de paso la intolerancia a la lactosa, presente en un número no menor de personas hoy en día.
“Lo que dicen tiene parte de verdad”, asegura el gastroenterólogo infantil de la Clínica Alemana Francisco Alliende. En aquello que coincide el médico es que una persona alérgica a la proteína de la leche, efectivamente, se vería perjudicada consumiendo productos lácteos y además, está de acuerdo con que existen alimentos que pueden suplirlos y, al mismo tiempo, proporcionar calcio. Sin embargo, no duda en afirmar que es el principal recurso -sobre todo para los lactantes- con que hoy se cuenta para administrar este elemento, además de vitaminas y proteínas.
“Si bien es cierto que es producida por las vacas para sus terneros, la leche es un recurso que no es recomendable dejar de utilizar. A la gente que no le hace mal tiene que seguir tomándola, y quienes son intolerantes a la lactosa, pueden optar por leche hecha especialmente para ellos”, explica.
En cuanto a las críticas que se puedan hacer sobre los altos índices de grasa animal que contiene -empeorando la situación de quienes tienen sobrepeso o colesterol alto- Alliende menciona la leche descremada y semidescremada como una opción ideal, que no los perjudicaría.
¿Basta con la leche materna?
Son varias las voces que se alzan, sobre todo de sectores pro comida vegetal que se muestran contrarios a tomar leche de vaca, cuando, en teoría, debería bastar el pecho materno para nutrir el organismo de los elementos necesarios para su salud.
Bajo esta teoría, la leche con la que cuenta un ser humano apenas nace, sería más que suficiente para hacerlo crecer sano y fuerte. Es por esto que “en la naturaleza, los animales sólo consumen leche en el periodo de lactancia. Luego no es necesaria”, asegura Collao.
Sin embargo, Alliende es contrario a esta creencia y asegura que es trascendental consumir leche a lo largo de toda la vida. “Puedo reemplazar el aporte de calcio con algunos alimentos, pero no es tan eficiente”, menciona. “Es por eso a las madres que dan pecho a lactantes alérgicos a la lactosa le damos una dieta especial (libre de productos lácteos para que no traspase la proteína a su guagua), pero además, les damos aportes de calcio, porque los alimentos no alcanzan a cubrir lo que sí aporta la leche.
Pero, ¿qué la hace tan vital para la salud del ser humano? El doctor explica que injerir productos lácteos es la principal vía para el ahorro de calcio en los huesos y evitar así la desmineralización de éstos, derivando en osteoporosis.
Éstos se deben consumir hasta los 20 años, que es la edad en la que el organismo deja de acumular calcio en el esqueleto. Pero esto no quiere decir que en la edad adulta se deba prescindir de este alimento. “El metabolismo, el movimiento de los músculos y una serie de fenómenos fisiológicos necesitan calcio día a día. Y si el organismo no lo encuentra en la dieta diaria de una persona, lo comienza a sacar del hueso y entonces, se desmineraliza”, explica.
Se debe recordar que beber de alcohol y café dificulta la absorción de se este elemento, al igual que el estrés y la falta de ejercicio. Además, se recomienda tomar medio litro de leche diaria, aunque la cuota de calcio que se debe injerir también puede ser administrada con alimentos como almendras, acelga, tofu y el salmón. También se menciona las legumbres.
“Eso sí, con el nivel de desarrollo que tenemos, hay un gran número de la población que no va a tener acceso a otros alimentos ricos en calcio como éstos o a suplementos, así que es mejor tomar leche”, concluye Alliende.