Los cosméticos nutricionales están de moda

Beauty food, biocosmética, cosmetofood y nutricosmética son algunas de las tendencias que se están escuchando fuerte cuando se habla de lo último en cosmética.

La novedad es que son productos que se toman por vía oral y actúan en el organismo directamente para potenciar y proyectar la belleza de la piel, el cabello y las uñas.

En otras palabras son complejos nutricionales que vienen en cápsulas y otros en concentrados naturales de frutas, yogures, que contribuyen a mejorar las celulitis, caída del cabello, hidratación, firmeza y purificación de la piel.

Aseguran que no son milagrosos pero si complementarios a los beneficios que entrega la cosmética tradicional, aunque todo dependerá del nivel de concentración que tenga cada producto.

“Es una área de la dermatología que recién está empezando y todavía hay poca investigación, entonces desde la medicina no podemos recomendar estos productos con toda seguridad”, explica la Dra. María Laura Cossio, dermatóloga de la Clínica Vespucio.

Entre los ingredientes más utilizados son: vitamina A, B, C, D o E, betacaroteno, Omega 3, polifenoles, flavonoides, selenio, shiitake hongo de origen asiático, almidón de maíz, castaño de indias, té verde, zinc, algas o coenzima Q10 y levadura de cerveza, entre otros.

La que se destaca es la vitamina C y E por su alto poder antioxidante, que protege a las células de las agresiones externas causada por la contaminación ambiental, el estrés, el cigarillo. Además, previene infecciones.

Los polifenoles de uva son también otros poderosos antioxidantes. El omega 3 refuerza uniones intercelulares. “Suplementar con algunas vitaminas C y E más betacaroteno mejora o hacen que la piel esté más prevenida ante el envejecimiento que se produce por el sol, pero de todos modos, es importante usar bloqueador solar ya que los estudios que hay son pocos”, explica la Dra. Cossio.

Lo que si aseguran desde la medicina alópata es que mantener dietas saludables, bajas en grasas y carbohidratos tendrían efectos seguros para la piel, por ejemplo “hay pacientes con soriasis que evolucionan mejor con dietas bajas en grasas”.

Más bella

Estas nuevas tendencias surgen producto de la vida moderna, agitada donde la alimentación y la vida sana no son constantes, entonces al tomar estas vitaminas, fibras, minerales y agentes antioxidantes, entre otros, se cubrirían las necesidades básicas que el cuerpo requiere y que originalmente debieran estar en una dieta alimenticia diaria, que incluya frutas y verduras frescas, orgánicas y crudas. Como el apio que reduce el acné y el brócoli estimula la producción de colágeno.

En Chile la tendencia va en aumento y el mercado ha ido incorporando estos elementos, principalmente en jugos y yogures. Sin embargo, existe una pionera chilena, Ester Sáez, fundadora de Cosmetofood que exporta sus concentrados de cosmetofruit que desintoxican y revitalizan la piel a Europa.

Para ello cuenta con el apoyo de Corfo y en sus preparaciones de fitonutrientes, utiliza las moléculas de polifenoles y flavonoides que extrae de frutas chilenas, plantas, té verde y algas, principalmente.

“La idea es combatir el daño de los radicales libres, reparar la piel y prevenir futuros signos de envejecimientos desde el interior” explican.

De todas maneras, antes de ingerir o buscar un nutricosmético la recomendación es fijarse en la concentración que tienen de cada elemento. Por ejemplo, se recomienda ingerir al menos dos gramos al día de vitamina C.

“Hay sueros, cremas, comprimidos pero no todos tienen las concentraciones óptimas para que realmente sean beneficiosos, el mercado da para mucho. Insisto en que faltan estudios serios que demuestren sus beneficios y podrán haber productos buenos, solo que como médicos, no los podemos recomendar por la falta de estudios”, comenta Dra. Soledad Aspillaga, dermatóloga de Clínica Alemana.

En ese sentido, insisten las profesionales que la clave para una piel bella estará en la alimentación sana. Mientras tanto, para verificar y confirmar la fuerte tendencia europea habrá que esperar que en Chile su uso se masifique y que la ciencia compruebe el poder de lo natural más allá de una moda.