NUEVA YORY. - Pueden intentar venderle un traje o un collar carísimos, pero lo que realmente desean los que gustan del lujo para ellos mismos no es material para nada.
No se equivoque, adoran los coches ostentosos, los relojes raros, las obras de arte, la alta costura y los centros vacacionales privados. Pero, aún así, cuando se les pregunta por su definición del lujo, las respuestas incluyen muchas referencias al tiempo y a la libertad.
"Es hacer lo que se quiere cuando se quiere. El lujo no es material", dijo Jean-Marc Jacot, presidente del fabricante suizo de relojes de lujo Parmigiani Fleurier, en una cumbre sobre el lujo organizada por Reuters.
Directivos de casas de diseño y cadenas de alta gama de ambos lados del Atlántico no pueden coincidir más.
"Por una cuestión de salud, la gente no debería renunciar a sus vacaciones (..) Creo que psicológicamente, es un buen botón de reseteado para todo el mundo", dijo Jennifer Hyman, cofundadora y consejera delegada del servicio de alquiler de trajes de diseño Rent the Runway.
Steve Sadove, responsable del departamento de lujo de la cadena Saks, puede estar contento con tener otro reloj regalado por su esposa, pero lo que realmente desea es más tiempo para el ocio.
"(El lujo son) productos que son especiales, diferentes, que me hacen sentirme cuidado y mimado. Para mí, el lujo es el tiempo".
Los inversores que compulsivamente comprueban sus BlackBerries y terminales de noticias en busca de la próxima gran idea a financiar son los que desean más vivamente tener algo de tiempo libre.
"Para mí, lujo es una buena hamburguesa y pasar tiempo con mi familia", dijo Shawn Kravetz, presidente de Esplanade Capital.
"Describiría el lujo como algo que te da vitalidad y algo que te hace sentir un poco mejor contigo mismo", añadió Kravetz.
Como consejero delegado de un proveedor de moda online que sirve a más de 100 países y alimenta webs de grandes marcas como Valentino y Roberto Cavalli, Federico Marchetti, de la italiana Yoox, está comprensiblemente ocupado.
Él, también, aspira a tener una pausa relajante en un mundo que va a toda prisa.
"Todo es mucho más rápido. Estamos conectados 24 horas al día. Creo que el tiempo realmente es un gran lujo, especialmente para gente como yo", dijo Marchetti.