CHICAGO. — Los hombres mayores muy obesos que se sometieron a cirugía para bajar de peso no tendrán una vida más larga, por lo menos durante los primeros siete años de la operación, según un nuevo estudio a largo plazo.
Estudios anteriores habían encontrado que el llamado grapado de estómago y otras cirugías contra la obesidad mejoraban las tasas de supervivencia después de entre dos y 10 años.
Sin embargo, el nuevo estudio, aplicado en su mayoría a hombres ancianos veteranos de guerra, indicaría una de dos cosas: No todos se benefician por igual de esa cirugía, o un posible aumento de supervivencia puede aparecer más tarde en los hombres mayores, siempre y cuando se cuente con datos de más años de seguimiento.
Los hallazgos anteriores se basaron principalmente en investigaciones a mujeres, en su mayoría jóvenes.
“Casi todos los estudios previos han encontrado que la cirugía antiobesidad está asociada con una menor mortalidad, pero los estudios se realizaron en poblaciones de pacientes muy diferentes y se utilizaron métodos menos rigurosos”, dijo el autor principal, Matthew Maciejewski, del Veterans Affairs Medical Center en Durham, Carolina del Norte.
Algunos expertos dijeron que los daños a los órganos causados por la obesidad podrían haber sido demasiado prolongados como para que la cirugía de pérdida de peso lograra revertirlos.
“Puede que se deba intervenir antes para que exista un beneficio de más supervivencia”, dijo el doctor Philip Schauer, del Instituto para la Obesidad y el Metabolismo de la Clínica Cleveland y quien no participó en el estudio.
Existe cada vez más evidencia de los beneficios de la cirugía contra la obesidad, por lo que los nuevos resultados podrían sorprender a algunas personas. Los médicos de Estados Unidos realizan actualmente más de 200.000 cirugías de este tipo cada año, a un costo estimado de entre 3.000 y 5.000 millones de dólares. Schauer dijo que un estudio definitivo sobre la relación entre este tipo de cirugía y una mayor supervivencia podría costar 200 millones de dólares.
A pesar de las nuevas dudas, ciertos beneficios pueden ser razones suficientes para elegir el tratamiento, como una mejor calidad de vida, la pérdida de peso, menos síntomas de diabetes, menor presión arterial y menos posibilidades de sufrir síndrome de hipersomnio.
“Estos resultados no son una condena contra la cirugía”, dijo Maciejewski. El y sus colegas planean continuar el seguimiento de sus pacientes para ver si de 10 a 14 años después de la cirugía se pueden notar beneficios a la supervivencia.
El nuevo estudio fue divulgado el domingo durante una reunión médica, pero aparecerá publicado el miércoles en la revista de la American Medical Association (JAMA).