Carla Pinilla, El Mercurio.
MENDOZA.- La Justicia argentina decretó un divorcio "por culpa exclusiva" de una mujer, tras dar por probado que maltrataba a su marido e incluso en una oportunidad, delante de testigos y en medio de una discusión, le estampó un tomatazo en la cara.
"Es de toda evidencia que insultar al esposo frente a su empleada y, en una ocasión, arrojarle un tomate, el que dio en su rostro, es una actitud injuriante que queda atrapada por el concepto de violencia y gravedad", sostuvo el fallo de un tribunal de la provincia de Mendoza que se dio a conocer hoy.
Además, la Justicia dispuso "declarar disuelta la sociedad conyugal con efecto retroactivo" al 11 de octubre de 2006 -fecha en que se separó la pareja- y condenó a la mujer a pagar los costos del juicio.
El fallo califica la conducta de la mujer como "injuria grave", y explica que ello "consiste en las palabras, actitudes o hechos de uno de los cónyuges que importan un agravio para el otro, una ofensa o menoscabo o ataquen su honor, su reputación o su dignidad".
El tribunal dio por acreditado "el mal trato proveniente de la mujer y la violencia física y psíquica implicados en el mismo".