Dos semanas de vacaciones de invierno para no hacer nada. Así ven algunos padres este período que se inició el viernes y que a varios más desespera porque ven como sus hijos pasan todo su tiempo o en la cama o frente al computador.
Bueno, aunque parezca descabellado, los profesores y especialistas recomiendan que los niños no estudien ni repasen materias en estas dos semanas, pero tampoco que destinen todo su tiempo a estar frente al televisor.
La psicóloga de la Clínica Cordillera, Jessica Sosa, explica que “las vacaciones son un período en que los niños y jóvenes deben recargar las pilas, porque ellos también se estresan en el año por las clases, pruebas, trabajos, entre otros deberes”.
“Lo importante es que exista un espacio para que los niños y adolescentes descansen y no es conveniente recargarlos con estudios, reforzamientos o repasando materias”, sostiene Sosa. La experta subraya que “los escolares tienen derecho a desconectarse de los estudios y si han tenido un mal rendimiento, lo que conviene es que los padres reflexionen con ellos y vean en que fallaron y por qué a fin de remediarlo para la segunda parte del año”.
Frente al hecho que destinan la mayor cantidad de su tiempo libre a ver televisión, jugar videojuegos o simplemente estar aburridos sin hacer nada, la profesional propone alternativas. “Es buena idea proponerles actividades como ir al cine, visitar espacios abiertos, ir a exposiciones de arte u obras de teatro”, asegura Jessica Sosa. Explica que no resulta difícil encontrar panoramas a bajo precios o incluso gratis, “lo importante es que ocupen su tiempo libre en cosas que desarrollen su creatividad. Si es que los padres no pueden acompañar al niño a estas actividades, por su trabajo, está la opción de buscar ayuda con familiares”.
Permisos y horarios
Un factor importante a considerar en este período, especialmente con los adolescentes, son los permisos y horarios en las salidas diurnas y nocturnas. La psicóloga señala que “los padres suelen complicarse por el tema de los permisos de salida. Pero es importante flexibilizar con criterio los horarios en que estén el calle o en casa de otros amigos, incluso si salen de `carrete´. Es decir, si el adolescente habitualmente sale un vez por semana, tal vez se puede llegar a negociar que tenga permiso para salir tres veces”.
También es clave la hora para levantarse y acostarse durante vacaciones. “Los padres deben negociar con sus hijos estas horas de manera que se logre un acuerdo que les permita descansar de la rutina escolar”, asegura Jessica Sosa.
La psicóloga señala que la normalización de los horarios para volver a levantarse y acostarse más temprano debe ser retomada unos tres días antes del término de las vacaciones.