EFE
SANTIAGO.- La siesta, esa costumbre que por siglos se ha mantenido en algunas partes del mundo, parece ser cada vez más imposible de realizar por los ajetreados horarios laborales y otras obligaciones del mundo de hoy. Sin embargo, los más entendidos recomiendan su ejercicio, como una manera de mantenerse saludable.
Si bien algunos prefieren optar por una o dos horas de descanso tras el almuerzo, lo cierto es que lo que se recomiendan son sólo 26 minutos, ya que, de ser más, se pueden alterar los ciclos del sueño nocturno.
Basta tomar como ejemplo el estudio realizado a los controladores aéreos de EE.UU., quienes tomaron siestas de no más de 26 minutos, con lo que mejoraron en un 34% su rendimiento y en un 54% su estado de alerta.
Además, el cerebro funciona al máximo y el cuerpo está más ágil cuando se toma una siesta, según lo señaló la psicóloga Sara C. Mednick, en su libro “Make a nap, change your life”.
En el texto, la autora también aseguró que "mejora la vida sexual, retrasa el envejecimiento (mejora las características de la piel y de otros tejidos), ayuda a bajar de peso, incrementa el estado de alerta, eleva la capacidad de tomar decisiones; reduce el riesgo de estrés, ansiedad y diabetes; mejora el humor y la memoria y protege la salud del corazón”.
A eso se debe agregar que favorece la digestión, debido a que relaja los músculos, permitiendo al aparato digestivo realizar su trabajo de manera más eficaz.
Por eso, a los afortunados que pueden totalmente desconectarse del trajín diario unos 26 minutos, se les recomienda buscar un lugar tranquilo, acomodarse, apagar su celular y descansar.