NUEVA YORK. - Algunos estudios sugerían que trabajar en horario nocturno aumentaría el riesgo de una mujer embarazada de dar a luz antes de término o de tener un bebé de bajo peso, pero una revisión señala que si esos efectos existen, probablemente son pequeños.
Luego de analizar 23 estudios que incluían a miles de mujeres, investigadores dirigidos por Matteo Bonzini, de la Universidad de Insubria en Italia, hallaron que en general el trabajo nocturno no está fuertemente ligado al riesgo de parto prematuro, comparado con un empleo entre las 9 y las 17 horas.
Las mujeres que trabajaban por la noche o en turnos rotativos tenían una posibilidad levemente mayor de dar a luz un bebé pequeño para la edad gestacional, pero la evidencia no fue lo suficientemente fuerte como para llegar a "conclusiones contundentes", informaron los expertos en la revista BJOG.
"La evidencia actualmente disponible sobre los resultados de los nacimientos investigados no configura una base sólida para hablar de una restricción obligatoria al trabajo en horario nocturno o rotativo durante el embarazo", escribieron los autores.
En teoría, trabajar en horarios irregulares podría afectar la función reproductiva femenina al modificar el reloj natural del organismo e interrumpir la actividad hormonal normal.
Un estudio reciente del Gobierno estadounidense, por ejemplo, halló que las enfermeras con turnos de trabajo rotativos eran mucho más propensas a tener períodos menstruales irregulares que aquellas con horarios laborales estables, lo que incrementa la posibilidad de que los turnos rotativos afecten la fertilidad.
No obstante, se desconoce si es así. Las investigaciones también arrojaron resultados contradictorios sobre si las mujeres con jornadas de trabajo nocturnas o rotativas corren más riesgos de tener un parto prematuro o un bebé de bajo peso al nacer.
Sin embargo, muchos factores podrían explicar una conexión entre el trabajo en horarios rotativos y peores resultados en el embarazo. Las mujeres con jornadas laborales rotativas ganarían menos dinero, tendrían mayores tasas de tabaquismo o generalmente presentarían estilos de vida menos saludables que aquellas con una semana laboral estándar.
Algunos estudios tenían en cuenta muchas de esas variables, pero otros no. La revisión incluyó 23 investigaciones internacionales, que incluían entre 700 y más de 35.000 mujeres.
Cuando los investigadores combinaron los resultados de todos los estudios que observaban el parto prematuro, registraron un riesgo levemente mayor entre las trabajadoras que tenían turnos rotativos -del 16 por ciento- y las que no.
Pero luego, los expertos descartaron algunos estudios que consideraron de baja calidad, ya sea porque no tomaban en cuenta el tabaquismo y el ingreso de las participantes, o porque dependían del informe de las propias mujeres en lugar de registros médicos.
Sin esos estudios, la relación entre el trabajo por turnos rotativos y el parto prematuro desapareció. En cuanto al tamaño del bebé al nacer, se registraron riesgos mayores entre las mujeres con horarios de trabajo rotativos, que fueron por ejemplo un 12 por ciento más propensas a tener un bebé pequeño para la edad gestacional.
No obstante, la evidencia no fue estadísticamente importante y el mayor riesgo podría deberse al azar, señalaron los expertos, que agregaron que se necesitan más estudios. "Mientras tanto, sugerimos que sería prudente, si las circunstancias de trabajo lo permiten, dejar que las mujeres embarazadas que lo deseen reduzcan su exposición al trabajo en horarios rotativos y nocturnos", escribió el equipo.