Llevaba cinco años trabajando en el “Pollo en conserva” cuando lo echaron un viernes, para irse ese mismo día del canal. Patricio Sotomayor, el eterno y gracioso notero se llevaba así un duro traspié, que luego se sumó a su apuesta en un programa para el Mundial de Sudáfrica, que apenas duró cinco capítulos antes de que lo cancelaran por falta de audiencia. Él aseguró que no volvería a ser notero. Pero hoy, con harta agua pasada bajo el puente, su decisión no parece tan definitiva. Es que simplemente, le encanta la tele.
Lejanos están los tiempos en que fue a cubrir el matrimonio de Cecilia Bolocco y Menem, cuando se le veía en “Primer plano” tratando de poner algo de humor a la cruda farándula, o cuando Marlen Olivari no dudó en bajarle los pantalones frente a las cámaras de todo el país, lo que le valió una portada de LUN, que hoy guarda como gigantografía.
Tras su repentina salida del programa que parece haber calado más hondo en su corazón, dirigido por el Pollo Valdivia y Claudia Conserva, a Patricio se le vio triste y algo desilusionado de la TV. Pero hoy, además de aparecer en los backstage de “Morandé con compañía”, creó un programa vía streaming que parece resumir todo su cariño por el mundo de las cámaras y el rating: “Quién quiere ser Larry Moe”.
El espacio se puede ver a través de
Canal Stream, el canal de internet creado por Daniel Fuenzalida, donde varios personajes chilenos han querido experimentar con este nuevo formato, que, según Sotomayor, es el futuro de la televisión. Allí, además de hablar de las producciones chilenas, mientras se hace un zapping en vivo, intenta, junto al actor Daniel Elosua, dar a conocer pistas de quién podría ser el mítico crítico televisivo.
“Todos quieren saber quién es Larry Moe. Es como descubrir la cara de Pato Frez, y si él se transformó en rostro, ¿por qué Larry Moe no? Por otro lado, queremos que la gente opine de la tele como él lo hace. Todo el mundo se siente el mejor crítico de televisión y nos han ido posteando en los programas. Nos dicen de todo, desde ‘muéranse’, ‘son muy fomes’, hasta ‘son lo mejor’. Bueno, eso por ahora que es la primera temporada. Nunca se sabe lo que pueda pasar”, cuenta el periodista en un café, ubicado bajo su oficina.
Luego que la televisión pareciera haberle dado momentáneamente la espalda, Patricio decidió que no quería volver a pasar por la horrible sensación de quedarse sin trabajo y para eso tendría que ser su propio jefe. Por eso, decidió crear como primer paso su agencia de comunicaciones,
Grupo Ocho, e invirtió en un hogar de ancianos que abre en noviembre. Todo, bajo la filosofía de que, hasta los 40 hay que invertir para después disfrutar. “Trabajo como perro”, asegura.
En cuando a sus pitutos en la tele e internet, asegura que no los considera un trabajo. “A mí la televisión me gusta, me apasiona, me entretiene. Es lo que más me gustaba. Pero ahora entiendo que cuesta mucho que te vaya muy bien porque te exige mucho tiempo y no te permite emprender otro rumbo”.
-Con todo lo que ha pasado, ¿te desilusionó la televisión?
“No, me encanta. Aunque no creo que volvería a trabajar contratado por la tele, no es para donde quiero apuntar. Primero, no hay que poner todos los huevitos en una misma canasta, porque puede pasar lo que me pasó, de quedarse de pronto sin nada. Tenía una sensación de que nunca nadie me iba a llamar. Es que cuando uno se va de una pega se va con la autoestima por el suelo. Me fui con mi mochila, pensando en qué iba a hacer. Hoy he vuelto a ser notero, en ‘Morandé’, porque cuando salí de la televisión, dije que no me tincaba ninguna oferta que tenía, salvo si me llamara Tinelli o Morandé, y me resultó.
“Sé que con esto no me van a llamar de CNN o Economía y Negocios, pero tampoco quiero que lo hagan (ríe)”.
-¿Qué tiene la televisión que te gusta tanto?
“Porque me gusta, me gusta el teje maneje, cómo se construye la historia, como se maneja, me llama la atención el comportamiento de las audiencias, las luces, la cámara. Me gusta el show pero me gusta para un ratito. Antes era una fiesta. Trabajar en el ‘Pollo en conserva’ era un cumpleaños todos los días. Ahora tengo menos relación con ellos, no los he ido a ver, no los llamo. Igual he sido ingrato en ese sentido, pero tampoco ellos me han buscado... Pero en fin, rayo con la tele”.
-¿A pesar de haber pasado una vergüenza tan grande como la de haber salido pilucho sin quererlo?
“El programa era grabado y fue mi decisión que saliera al aire. Soy responsable de lo que pasó. Pero les causé un daño terrible a mis papás. Me dijeron que se iban a Argentina porque me había prostituido en la tele. Me acuerdo que después bailé con un pedazo de boxer colgando para afuera. Fue humillante, humillante. Afronto las burlas, pero pensé que la gente lo iba a tomar de otra manera. Hoy harta gente se acuerda del ‘marlenazo’ y lo mira por YouTube”.
-¿Miras de vez en cuando el video, ves los comentarios, si le ponen ‘me gusta’?
“¡Estás loca! No, pero una vez en el ‘Sábado por la noche’ el Jose me regalo la portada, pero de 5 metros, de LUN, y la tengo guardada adentro de un closet. Y como esa, tengo mil historias que contar, como hacer rafting por el Mapocho, ir al matrimonio de la Bolocco, que me peguen patadas para no ir al baño y aguantar más tiempo de pie...”.
-¿Ah?
“Es un secreto de notero para aguantar más. Es que cómo vas a ir al baño si te pegan un plantón. Era una técnica bien tonta la verdad. Es que si se me pasaba el entrevistado, moría ahí con el micrófono puesto. En fin, también actué en ‘Betty la fea’ y antes que la Bolocco. Cuando Betty iba a Cartagena de Indias y volvía media transformada, hay dos noteros que la entrevistaban siempre en los desfiles de Ecomoda: Rodrigo Súnico y yo. Fuimos hasta extras para el matrimonio, cuando se casó con don Armando”.
-¿Qué te parece la situación de la televisión chilena actual? Aún persiste la vieja crítica de la falta de cultura...
“Me gusta. Ahí el público manda. A veces se tiende a menospreciar al público, pero la tele tiene lo que las audiencias quieren ver. Y finalmente la tele es evidentemente entretención. Ese concepto que ‘vamos a educar’, jamás. Hoy la tele no educa y no es su fin. Su fin es entretener, vender y si se puede, dentro de lo posible, educar. ¿Por qué crees que le va bien a ‘Yingo’? Uno puede tratar de aportar e intentar meterle contenidos nuevos, pero tienes que ver si tiene efecto-resultado, como cualquier negocio”.
-¿Crees que está variada la parrilla?
“Si la comparas con la tele de Perú o de Bolivia, la tele chilena es un lujo asiático, y va mejorando cada vez más. A mí me gusta y consumo harta tele, hasta los informerciales. Nunca he visto series, nunca vi ‘Lost’, ‘Doctor House’... No tengo idea ni de cómo se llama el personaje. Me gusta la televisión chilena. Para trabajar, cuando estoy en la oficina en las mañanas, pongo el ‘Pollo en conserva’. Lo pongo porque los conozco y las tallas me son conocidas y me acompañan”.
-Qué triste.
“Ay, si no lo veo llorando. Es cuando no hay nadie. Además, tengo hartos amigos ahí. Pero a veces veo el ‘Buenos días a todos’, ah?”.
-De nuestra televisión y sus programas, ¿cuál es tu favorito?
“‘Morandé con compañía’. Yo voy a hacer el backstage y me quedo solo para mirar el programa. Me mato de la risa. También me gusta ‘El pollo en conserva’, que lo veo porque le tengo cariño. No sé si es bueno o malo. Y ‘Primer plano’, puede que le haría un poco de zapping, pero no puedo verlo porque a esa hora trabajo. ‘Tolerancia cero’ me entretiene a veces, ‘Infieles’... ‘SAV’ lo encuentro un ‘Primer plano’ pobre, que quiere hacer farándula pero no se atreven a hacerla bien”.
-¿Y los que te cargan?
“No me gustó una teleserie que vi la otra vez, de TVN, que era de una nana peruana (‘Esperanza’). Encontré que estigmatiza al pueblo peruano, aunque entiendo que ese no sea el afán. Hay un montón de peruanos que vienen acá a salir adelante y saben hacer un montón de cosas, y no se acuestan con el jefe. Tampoco me gusta ‘C.Q.C.’”.
-¿Nunca quisiste trabajar ahí?
“Hice una vez el casting, pero no, cero. Encontré en un momento que era entretenido, pero hoy se ríen de la gente en vez de con la gente. Ya no es inteligente, no es irónico. Del resto, lo vería todo. Si me pagaran por ver tele en mi casa, lo vería todo, menos el ‘Pabellón de la construcción’, ese donde venden casas en la tele”.
-¿Cuál es tu vicio privado?
“Colecciono películas de terror. ‘El exorcista’, con todos sus remake, ‘El aro’, ‘Actividad paranormal’... La que más miedo me ha dado es ‘Saw’. La tengo hasta la cinco y cuando las veo, me muero de miedo. Pero digo ‘es un actor, le están pagando, la sangre es falsa...’”.