NUEVA YORK (Reuters) - Un estudio ha demostrado que las mujeres de mediana edad que se animan a hacer ejercicio de intensidad moderada son mucho más felices y más propensas a seguir haciendo actividad física que aquellas que ejercitan más intensamente.
Un equipo reunió a 255 mujeres de entre 40 y 60 años para hacer ejercicio moderado o intenso y controló las reacciones de las voluntarias. El grupo que entrenó con intensidad moderada fue dos veces más propenso que el otro a decir que sentía más energía y confianza en poder seguir con la rutina. La mayoría sintió también menos tristeza y ansiedad.
"El ejercicio hace que uno se sienta bien, pero es más placentero cuando se realiza con intensidad moderada, en especial si antes uno era sedentario y tenía sobrepeso", dijo la autora principal del estudio, doctora Steriani Elavsky, de la Universidad Penn State University, en Pensilvania.
Las mujeres de mediana edad son el grupo más sedentario y sus niveles de actividad física disminuyen con la edad. Sería importante comprender cómo el ejercicio a distinta intensidad modifica el estado anímico, señaló Elavsky, que presentó los resultados en la reunión anual de la Sociedad Norteamericana sobre Menopausia.
El equipo de Elavsky, de la Universidad Técnica de Oriente Medio en Ankara, Turquía, estudió a 255 mujeres que no estaban utilizando terapia hormonal. Todos los días, durante dos semanas, las participantes registraron las actividades y los sentimientos.
Al principio del estudio, las mujeres realizaron dos sesiones de ejercicio moderado o intenso. La rutina intensa incluyó ejercicio en cinta hasta el punto de no poder tolerar la intensidad, mientras que la rutina moderada fueron 30 minutos en una cinta al ritmo elegido por cada participante.
Todas las participantes utilizaron un acelerómetro, un dispositivo pequeño para controlar el gasto energético y el tiempo de los ejercicios a distintas intensidades.
El equipo observó que el ejercicio de intensidad moderada hacía que más mujeres tuvieran mejor estado anímico y sintieran más energía, bienestar psicológico y "autoeficacia", especialmente entre las participantes obesas o con sobrepeso.
Las mujeres que hicieron ejercicio intenso tuvieron menos beneficios en cuanto al estado anímico. Las que tenían sobrepeso o síntomas de alguna enfermedad manifestaron "una reducción significativa de la calma" después de cada sesión.
Los ejercicios de intensidad moderada son: caminar vigorosamente, bailar, andar en bicicleta en terreno liso o con algún desnivel, ir en piragua, arreglar el jardín (podar arbustos) y practicar deportes como béisbol, softball, voleibol, tenis (dobles) y gimnasia en el agua.
Elavsky explicó que el ejercicio moderado es aquella "actividad que permite conversar con frases cortas, pero no cantar". La autora espera que el estudio demuestre a las mujeres que el ejercicio es una herramienta poderosa para mejorar el bienestar, sin necesidad de exagerar el nivel de exigencia personal.
Además, "el ejercicio moderado debería recomendarse a todos los pacientes sin los requisitos que establecen las guías de actividad física o que están fuera de estado, con sobrepeso u obesidad", finalizó.