PARÍS.- El vestido mini y la minifalda dejaron su impronta en la séptima jornada de prêt-à-porter de París y junto con el blanco consolidaron posiciones ya bastante afirmadas entre las tendencias para la primavera-verano 2012.
Las minis más audaces fueron las de la modista británica Stella McCartney y las de su colega francesa Vanessa Bruno, la primera con ondulaciones asimétricas bordadas que reducían aún más el tejido en algunas partes del delantero.
Aunque la paleta de rojos y grises fue importante, todo en la pasarela de McCartney hacía pensar en el agua, tanto sus colores dominantes, el blanco y el azul, como los rizos o especie de olas rompiéndose que adornaban muchos de sus modelos.
En contraste con lo ajustado y lo mini, evocaciones más o menos lejanas de bellas combinaciones de puntillas, la modista británica lanzó conjuntos ultraholgados de pantalones, monos, camisas y jerseys muy anchos, cuya fluidez resultaba asimismo acuática.
Giambattista Valli fue más allá del simple lucimiento de piernas en un conjunto calado blanco de abrigo y braga a juego, además de acortar el centro de su delantero en la mini más mini de su delicada colección, donde las rodillas fueron más visibles que los muslos.
Mientras que Vanessa Bruno no dudó en hacer lo contrario y acompañó de botas altas algunas de sus numerosas juveniles y audaces minifaldas, a menudo de tonos blancos o muy claros, pero también azul vivo o color de tierra quemada, como sus pantalones pitillo.
Además de apuntarse al “short,” una de las tendencias para la próxima temporada estival, el modisto ruso Valentin Yudashkin vio un verano 2012 clásico y exquisito, en el que realzó de blanco purísimo sus modelos más cortos, rectos o evasé, teñidos en ocasiones de dorado, suntuosamente bordados o colocados bajo escotados vestidos largos de tul transparente.
En su primera colección para la firma Chloé, Clare Waight Keller ocultó ante todo las piernas salvo raras excepciones que tomaron forma de short, cortos, sí, pero amplios y holgados, como el resto de sus diseños, hechos de faldas a menudo hasta la media pierna y pantalones muy anchos, en blanco, beige, rosa palo, negro y rojo.
Con la histórica firma del estampados Léonard el verano 2012 será de floreados multicolores o gráficos en tonos marrones sobre fondo blanco, huyendo netamente de las prendas de reducido tamaño, en beneficio del largo hasta las rodillas o más y de pantalones anchos.
Más que minifaldas, aunque las hubo, a veces asimétricas también en el centro, Ungaro prefirió combinar largos contrastados, hasta el suelo por detrás y muy cortos por delante, en vestidos destinados a las grandes ocasiones.
Verdes, rojos y turquesa fueron los colores principales de sus vestidos, pantalones y chaquetas adornados con volantes, drapeados o grandes escotes en V, rectos o en diagonal.
El público de la sala Wagram descubrió hoy que fue la “directora de estilo” Jeanne Labib-Lamour quien se puso al frente del equipo Ungaro para terminar esta colección iniciada por Giles Deacon, después de que éste interrumpiese su colaboración con la firma el pasado 15 de septiembre, por “mutuo acuerdo.”
El modisto británico sucedió en 2010 a la modista española Estrella Archs y a la millonaria Lindsay Lohan, que ejercían al frente de la dirección artística de Ungaro desde 2009. Ya de noche, el modisto Stefano Pilati, que entró en la semana de desfiles con el desmentido oficial de que iba a dejar de ser el modisto de Yves Saint Laurent, según se rumoreaba desde Milán, comenzó por la elegancia segura y mantuvo el legendario largo del maestro fundador, justo a la altura de las rodillas.
Para abrirse pronto a otras posibilidades y elevar el bajo de sus vestidos y faldas algunos centímetros, dentro de una paleta de blancos, grises, verdes claros y oscuros y abundante negro.
Coincidiendo con este desfile y con el de Stella McCartney, dos de sus marcas, hoy fue el día elegido por el gigante francés del lujo PPR para anunciar la compra de un terreno de 40.000 metros cuadrados en Suiza con el que reforzar su principal plataforma internacional de distribución y logística.
El motivo alegado fue el “continúo crecimiento” de las marcas de lujo que distribuye en más de 120 países. Entre ellas también Alexander McQueen, firma que como hoy hiciese YSL pondrá mañana punto final a una jornada particularmente intensa en el calendario de París pues reunirá el mismo día el desfile de Chanel con el esperadísimo debut del modisto indio Manish Arora en Paco Rabanne.