Es una tradición que se instaló en nuestro país y pareciera que los padres van a tener que aprender a convivir con ella. La celebración de Halloween puede resultar entretenida pero es altamente inconveniente para la salud de los niños.
La cantidad de azúcar y grasas que consumen por motivos de esta fiesta debiera ser un tema a tener presente por los padres, ya que ambos son responsables de la alza en el peso de los niños.
Los expertos entregan varias recomendaciones para enfrentar esta noche del 31 con cierto éxito:
1. -Moderar la cantidad: Según explica el doctor Renzo Tassara, pediatra de Clínica Avansalud, se debe tener precaución con la cantidad de dulces que ingerirán los pequeños durante estas fechas, ya que “los caramelos están compuestos de azúcares refinados y los chocolates tienen grandes cantidades de grasas y ambos contribuyen a aumentar de peso”. En este sentido podría ser bueno tener poca cantidad de dulces en casa y velar por que en las casas de los vecinos los niños reciban también mínimas cantidades.
2.- Reducir el consumo en la noche: Hay que vigilar la cantidad de golosinas que consuman los niños la noche de Halloween, ya que a esa hora los alimentos grasos (chocolates) retardan el vaciamiento gástrico y el exceso de azúcar de los caramelos provoca meteorismo con distensión gástrica, cólicos y mal dormir, entre otros efectos indeseables. En este sentido es recomendable explicarles a los niños antes de salir que no podrán consumir todos los dulces que reciban porque les hará mal.
3.- Los padres deben dosificar las cantidades: Lo ideal es que los papás tengan control sobre la ingesta de golosinas, dosificando la cantidad que puedan comer los niños diariamente y para ello deberán conseguir que los niños les entreguen parte de los dulces al terminar la recolección.
4.- Revisar la calidad de los productos: Otra cosa a la que se debe poner atención es a la calidad de las golosinas que se le entreguen a los niños. “Muchas veces las personas compran el producto a granel que esté a más bajo costo con tal de darles algo a los pequeños, sin pensar que esos productos les harán daño. En el caso de los chocolates por ejemplo, a menor calidad del producto, más alto será su contenido graso y de grasas mas perjudiciales para la salud”, dice el experto.
5.- Reemplazar los dulces por regalos y sorpresas: Una alternativa que las personas que recibirán a los niños, puedan regalarles otras cosas en vez de golosinas: “Las sorpresas y chucherías que se regalan en los cumpleaños pueden ser una buena opción, ya que van a ayudar a que el niño se entretenga sanamente y pueda jugar con ellas”, dice Tassara.
6.- Reemplazar los dulces por comida saludable: La nutricionista de Red Salud UC, Karen Villalón, recomienda tener alternativas a las golosinas y por eso propone elaborar muffins o brochetas de frutas para reemplazar a los infaltables dulces.
“La idea es entregar una opción saludable que las podemos mezclar con lo que aparece en el mercado. Por ejemplo, podemos realizar estas brochetas con mandarinas, plátanos y frutillas o preparar pop cakes que son unas bolitas que se hacen con galletas bajas en azúcar y un queso philadelphia light o bajo en grasas”, aconseja.