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Ana Revenga: “A medida que la mujer gana voz los cambios se aceleran”

Autora del informe del BM sobre Igualdad de Género y Desarrollo 2012, señala que América Latina ha experimentado grandes avances, pero quedan reformas por hacer muy importantes relativas a segmentación laboral o distribución de las labores del hogar.

17 de Noviembre de 2011 | 08:42 | Por María José Errázuriz L.
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Aún en las aldeas más alejadas, el empoderamiento de la mujer implica un cambio sustancial en la calidad de vida de su entorno cercano. Por eso no es menor la transformación que experimenta una familia en Tanzania cuando la mujer se convierte en propietaria de una cabra y con ello genera nuevos ingresos para el hogar, si es que no los únicos.


El último informe de Desarrollo Mundial elaborado por el Banco Mundial aborda precisamente este tema y todo el documento da cuenta de la importancia que tiene la Igualdad de Género en el crecimiento de las naciones.


La economista Ana Revenga, co-autora del informe, estuvo en Chile para presentarlo en un encuentro con ComunidadMujer. Señala que una de las novedades que tiene el documento es que permite desvirtuar la imagen que tienen muchos en torno a que igualdad de género dice relación sólo con derechos cuando, en realidad, también apunta a una política que puede ser económicamente eficiente.


El informe da cuenta de la mejora que han experimentado en los últimos 25 años mujeres y niñas en aspectos como educación o salud (se ha ampliado la esperanza de vida) e incluso acceso al mundo laboral, pero también revela la persistencia de desigualdades como la brecha salarial, el trabajo segmentado o la mayor sobrecarga de trabajo doméstico que ellas tienen.

-Hay un consenso general de que a mayor igualdad de género, mayor desarrollo. ¿A mayor desarrollo, hay mayor igualdad de género?
“No, no necesariamente. El desarrollo ayuda a cerrar algunas brechas de género como en la de educación. Con mayor crecimiento, los hogares tienen más ingresos y las familias tienen la opción de enviar a las niñas a la escuela o los gobiernos pueden dar más cobertura. En educación, el desarrollo suele llevar hacia una mayor igualdad de género, pero en otros ámbitos no, como es la segmentación del empleo, donde hasta el momento el mayor desarrollo no lo reduce”.

-¿Eso es por estructuras culturales difíciles de modificar?
“No, es porque estamos hablando de una combinación de estructuras económicas, institucionales y culturales difíciles de cambiar. Lo cultural, las normas sociales juegan un papel, ya que dicta las normas de lo que la mujer puede o no hacer, pero éstas se ven reforzadas por instituciones, marcos legislativos que a veces tienen sesgos o son abiertamente discriminatorios”.

-¿Las sociedades tienen realmente asimilado que a mayor igualdad de género, mayor desarrollo?
“El informe tiene como finalidad reforzar precisamente ese mensaje, que a mayor igualdad de género, mayor competitividad, mayor crecimiento y mayor desarrollo.
“Estos son cambios que enfrentan normas culturales muy establecidas que lleva un tiempo adaptar y muchas veces involucran una distribución de recursos y de poder. En el informe observamos que a pesar de los progresos que han habido como la incorporación masiva de la mujer al mercado del trabajo, en América especialmente, sigue habiendo una presencia bastante reducida de la mujer en las instituciones políticas, económicas y sociales y eso hace que no se valore la contribución de la igualdad de género al desarrollo”.

-¿No hay comprensión tampoco de que la violencia contra la mujer también afecta el desarrollo?
“Nosotros demostramos que el costo social y económico de la violencia contra la mujer es muy alto. Hay estudios que demuestran que cuando un niño es testigo de violencia en la familia, de mayor tienen más problemas de salud y duplican o triplican la posibilidad de tener cáncer o diabetes o multiplican los problemas con el alcohol y las drogas. Eso es un costo social y económico que la gente no asume porque no siempre está cuantificado”.

-El informe grafica el cambio de vida de una familia cuando una aldeana en Tanzania tiene un pequeño ingreso. ¿En las sociedades modernas, donde eso se podría dar por superado, son otros los factores que priman?
“Cuando una mujer empieza a tener una parte del control sobre los ingresos del hogar, cambian muchas cosas, entre ellas, cómo se gastan esos dineros y eso es igual en todo el mundo. Se invierte más en los hijos, educación, salud y gastos que los benefician; ese ingreso adicional, cuando va a la mujer, mejora la situación de la familia y, en cambio, si hay un ingreso equivalente para el hombre no siempre se traduce en beneficios de los hijos.
“El informe señala que en las familias hay una dinámica y en ella importa mucho la voz de la mujer, que se ve reforzada cuando ella tiene ingresos y bienes propios”.

-Hablas de la voz de la mujer, ¿para avanzar más la mujer debe tener voz en las instituciones?
“Así como importa la voz en la esfera privada, importa en la esfera pública y obviamente están relacionadas, porque es muy difícil que la mujer tenga voz en la esfera pública si en la esfera privada no la tiene. Para una mujer sola hay muchas cosas que no puede cambiar, pero cuando se agregan las voces colectivas, ahí se pueden cambiar cosas”.

-¿Sin esa voz, realmente no se van a producir los cambios?
“No se van a producir o se van a producir en forma muy lenta. A medida que la mujer gana voz y voto político, los cambios se aceleran y mejoran las condiciones de mujeres y niños. Las sociedades que son capaces de dar más voz a la mujer son sociedades más representativas, más incluyentes, y van a desarrollarse mejor”.

-El problema de América Latina es que tiene sociedades muy machistas, algo que para muchos es muy difícil de cambiar.
“Voy a poner a Latinoamérica en un contexto global. Efectivamente hay desigualdades de género importantes, hay problemas de violencia familiar, pero se puede decir que en cuestión de igualdad de género, los progresos que se han hecho los últimos 20 años en esta región son muy superiores a los que se ven en otras del mundo. Hay avances en relación a la incorporación de la mujer a la vida laboral e incluso en la presencia de la mujer en la vida pública y política; los cambios que se ven en la región son indicativos que sí se pueden cambiar las cosas y de forma bastante rápida”.

-Los países en vías de desarrollo como Chile han superado varias etapas como educación universal, aumento de esperanza de vida de las mujeres, pero sigue estancado en temas como brecha salarial, segmentación laboral, empleabilidad de la mujer. ¿Estas son estructuras más difíciles de cambiar?
“En todo el mundo encontramos problemas para cambiar esa segregación en el empleo o la brecha salarial y la razón por la cual es más difícil resolver esos problemas es porque, en el fondo, las mujeres se enfrentan a múltiples barreras como desigualdad en la distribución de las labores del hogar. La mujer tiene una necesidad de flexibilidad laboral distinta a la del hombre, porque tiene que acomodar su labor a sus otras responsabilidades”.

-¿Estamos hablando de reformas de... quinta generación?
“De segunda, por lo menos. Hay una serie de reformas de primera generación que en Chile y Latinoamérica se han hecho y estamos hablando de reformas de segunda generación que tienen que ver con conciliación familia-trabajo o el cambio de creencias de los empleadores.
“Y hay que tener cuidado cómo se diseñan estas políticas, como en el caso de la conciliación familia-trabajo, porque hay que hacerlo de una forma en que no acaben perjudicando las oportunidades de las mujeres. Son reformas más sofisticadas y complejas, pero igualmente necesarias desde un punto de vista de productividad y eficiencia económica”.

-¿Las cuotas positivas logran romper más rápidamente las estructuras?
“Sí, en todo orden, en el sector ejecutivo, político, a nivel de empleo porque eventualmente se pueden usar en el sector público.
“No hacen falta de forma permanente, sino que se necesita una cuota positiva hasta que se llega a una masa crítica de presencia de mujeres en sectores e instituciones donde estaban infrarepresentada”.


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