"Es que no te entiendo. ¿Qué quieres decir? No te escuché". Es la inconfundible frase que denota una falla en la comunicación. Las causas son variadas pero también existe la alternativa de que, quién oye no escucha. ¿Cómo?
Efectivamente, oír y escuchar son dos procesos diferentes: oír es la percepción pasiva de los sonidos, y escuchar un acto voluntario que requiere del deseo de usar el oído para enfocar los sonidos seleccionados. Pero no es tan simple, ¿por qué?
"Porque el oído es un órgano que también reacciona frente a los traumas emocionales y lo hace, bloqueando un cierto nivel de frecuencias que se dejan de escuchar, atender", explica Clara Ventura, soprano y consultora del Método Tomatis, certificada en Francia.
Estos bloqueos, agrega, se entienden como defensas frente a situaciones psicológicas que causan heridas emocionales, pudiendo ser adquiridas incluso, en la etapa intrauterina y que posteriormente, en la práctica, llevarán a tener dificultades en la habilidad de escuchar, percibir y comunicar.
Para subsanar estas problemáticas nace el método Tomatis, elaborado hace 50 años por el físico y otorrinolaringólogo francés, Alfred Tomatis. Es una verdadera pedagogía de la escucha, un entrenamiento de integración neuro-sensorial.
Su descubridor, fallecido el 2001, constató que la voz y el oído forman parte de un mismo circuito, por lo que un cambio en uno supondrá una respuesta en el otro. "La voz contiene únicamente los sonidos que el oído capta y si el oído tiene la posibilidad de escuchar correctamente, se mejora instantánea e inconscientemente, la emisión vocal". Además, aseguró, que es posible transformar la fonación mediante una estimulación auditiva sostenida durante un cierto tiempo.
Bajo esas premisas, se erige este método que también se le conoce como Audio-Psico-Fonológia, que se practica en más de 250 centros en el mundo y en Chile ha atendido a más de 1.000 personas.
La terapia ha sido eficiente en tratar niños con problemas de aprendizaje, trastornos en su desarrollo, déficit atencional, autismo, dislexia; tartamudez; estrés, depresión, pánico a hablar en público; en quienes estudian música y canto, y para estimular tonicidad muscular y sistema motor en personas con síndrome de Down.
La clave de estos avances se debe a que el oído juega un papel determinante como integrador de los demás sentidos con el cerebro. "Por ejemplo, si escuchamos bien, veremos mejor, debido a que el órgano auditivo se relaciona con el control ocular y la focalización. Igualmente, está comprobado que el funcionamiento del oído incide en los sistemas nervioso y motriz, que permite el movimiento de los músculos", afirma la especialista Clara Ventura, con postgrado en educación de la voz con especialización en canto y sanación en la Vox Mundi School de California, USA.
¿Cómo funciona?
Por si cabe alguna duda, el método no trata la sordera sino la forma en que se escucha, con el objetivo de poder comunicar e interpretar de la manera correcta, la información que viene de afuera.
La técnica, consiste en escuchar a través de un aparato llamado Oído Electrónico, diferentes composiciones de Mozart y cantos gregorianos filtrados a ciertas frecuencias altas y medias. Además, a medida que avanza el programa, se utiliza la voz materna, tal como se escucha desde el útero. Son CD preparados en Francia.
"A través de esta máquina y con audífonos especiales que tienen un cintillo que tiene un vibrador se logrará estimular la musculatura del oído medio y llegará simultáneamente al oído interno, ya que el sonido se conduce por vía ósea y vía aérea al mismo tiempo", comenta.
Esta estimulación integral producirá que "el oído funcione como una pila, que se puede recargar con esta tonificación auditiva, llevando energía cortical hasta el cerebro que reestimulará todo el sistema nervioso y esa energía se distribuirá por todo el cuerpo logrando tener un mayor dinamismo", afirman en el Centro Tomatis Chile (www.tomatis.cl).
Para acceder al Método primero se realizará un audiometría y luego se establecerá el tipo de programa a seguir, que va desde 60 a 20 horas en total. Las sesiones tienen una duración aproximada de dos horas, donde la persona estará en estado de relajación o desarrollando alguna actividad que no implique ningún nivel alto de concentración.
Resulta interesante el programa para embarazadas, ya que la estimulación sonora ayudará a la madre y al bebé a liberar tensiones, miedos, preocupaciones y al nacer, aseguran, los niños o niñas tendrán un mejor desarrollo.