Y como una forma de asesorar a la distancia a aquellas novias que ven cómo los preparativos se convierten en una pesadilla, la terapeuta estadounidense de parejas Jennine E. Estes entregó en su sitio web una serie de consejos para no convertirse en una “bridezilla”.
1.- Sé flexible con tu idea de matrimonio: No te desesperes si no encontraste exactamente las flores que querías para los adornos de las mesas. Tal vez tengas tu boda perfecta escrita en la mente, pero no olvides que no porque no se ajuste fielmente a ella dejará de ser especial. Por otro lado, toma en cuenta lo que el novio tenga que aportar a los preparativos. “Es su boda también”, dice la terapeuta.
2.- Toma un respiro: Cuando parece que no te estás haciendo entender –con familiares o asesores- no explotes con ellos. Pídeles un minuto y sal a tomar aire. Discutir con alguien no beneficiará en nada el proceso de los preparativos.
3.- No te preocupes por cosas pequeñas: Cuidado con ponerse muy quisquillosa con detalles como el color de la invitación, o con criticar cada idea que tu mamá o tu novio comenten. Al final del día, lo que vale es la ceremonia y lo que se celebró en ella, no si los postres fueron presentados en medio de una cascada de chocolate. Aunque suene muy rico.
4.- Recuerde decir “por favor” y “gracias”: Dos palabras básicas de buena crianza, no olvides que lo cortés no quita lo valiente, y ocúpalas en tu diario vivir, sobre todo cuando tratas con personas que te dan algún servicio o con cercanos que te hacen algún favor. Mientras más les reconoces lo que hacen por ti, lo seguirán haciendo con mejor disposición, señala Estes.
5.- No descuides tu relación: No dejes que la planificación del matrimonio te quite tiempo para estar con tu futuro marido. No te olvides de esas tardes de hacer nada, viendo una película, ni de ser cariñosa con él. Se trata de llegar al altar con una base sólida y de no olvidarse del motivo que los convoca hasta ahí, el amor.
6.- No dejes de lado a tus amigos: Cuando te reúnas con tu grupo de siempre, evita que tu único tema sea el matrimonio. Pregúntales por sus cosas y despeja la cabeza de tus preocupaciones prenupciales. Ya llegará el día en que serás la protagonista, así que no los agobies y préstales tu atención como corresponde.
7.- No te impongas horarios: Si bien hay que ser ordenada y organizada, eso no significa que debas escribir un plan de horario para organizar tu matrimonio. Disfruta del proceso, que puede que sea la primera y última vez que vivas este momento.
8.- No olvides que los vendedores y quienes te asesoran con tu matrimonio también son humanos: Ya lo decía Gabler, que los organizadores son los que más sufren en este período. Por eso, Sé realista con lo que esperas de tu matrimonio y no seas agresiva si ves que se equivocan.
9.- Disfruta ser la novia: Un montón de emociones llegarán el Día D, por eso cuenta hasta diez antes de ir criticando y alegando por las cosas que no te gustan. Sé feliz, que te vas a casar con el hombre que amas y tus amigos y la gente más querida, está ahí para celebrar junto a ti.