El champagne es la bebida clásica por excelencia de las fiestas de fin de año y la gran variedad que existe en el mercado ya sea bajo su denominación de origen (procedente de Francia) o vino espumoso (para los producidos en la región) siempre despierta curiosidad.
Mary Garrison, de Moët Hennessy Chile, nos entrega una serie de tips sobre cómo preparar, servir y tomar el champagne que vale la pena atender.
Para enfriar lo ideal para enfriar el champagne es ponerlo en una cubitera con suficiente agua y hielo, además de sal que ayuda a mantener la temperatura. “El congelador o freezer, mejor dejarlo para otros usos, es muy agresivo”, explica.
Para abrir la botella hay que seguir una serie de pasos importantes. Primero se debe verificar la temperatura adecuada y luego, secar bien la botella para que no se resbale cuando apliquemos presión sobre ésta. Después hay que apoyar la botella sobre una base sólida.
Entonces se debe buscar la pestaña que suelen traer las botellas en la cápsula, sujetar esta última (por debajo de la pestaña) para que no se rompa y luego con la mano diestra retirar la pestañita.
Una vez realizado este paso, se enfrentará el canastillo, los cuales, todos, dan seis vueltas. Para retirarlo hay que tomar el aro que se encuentra a un costado y dar las vueltas necesarias. “Si se hace sin mirar podrá impresionar a sus amigos”, sugiere.
El corcho es el elemento más difícil de abordar. Hay que poner la botella en un ángulo de 45° sujetándola por abajo y tomando el corcho con fuerza por el otro extremo; girarla suavemente desde abajo y controlar el corcho que irá cediendo.
Al retirar el corcho no debe sonar. La apertura de la botella con un corcho que sale disparado y dejando caer el espumoso, debe quedar sólo para la anécdota.
Pueden quedar residuos en el pico de la botella, por lo que es ideal limpiarlo con un paño para no encontrar residuos en la copa.
Al servir se debe inclinar la copa y llenar lentamente hasta la mitad para mantener la temperatura adecuada.
Cómo guardar: Los vinos espumosos son eso (valga la redundancia) "vinos", por lo tanto deben conservarse con el mismo cuidado, en posición horizontal, en un lugar sin luz directa, a una temperatura que no sea muy alta ni excesivamente baja (entre 7°C y 15°C), sin movimientos y con una humedad relativa de 70°; lejos de olores fuertes y con suficiente aireación.
Las copas: las copas flauta son ideales para los vinos jóvenes y similares a las de vino blanco (más anchas en la parte de arriba) para los que tienen más guarda y potencia.
Maridaje:
Para los vinos más jóvenes son recomendables las ensaladas, frutos rojos, pescados poco grasos.
Para los que tienen más complejidad nada mejor que los pescados más grasos, carpaccio, frutos secos, carnes blancas de sabores suaves.
Para los dulces el foie gras es una combinación clásica